Junto a un autolavado, este pequeño local está dedicado al pho. Te recomiendo que esperes por las mesas de afuera, ya que en la barra interior se concentran los vapores de los caldos, más el calorón de medio día, vas a pasártela sudando. En cuanto a la carta, aquí solo hay —literalmente— de tres sopas: dos pho y un ramen.
El Pho Ba Tal lleva fideos de arroz con trozos de carne de res poco cocida en el caldo (si no le entras a la carne cruda, mejor vete por otra opción) y el Pho Ga, es un caldo claro con pollo, cebolla y cacahuate troceado. Ninguno tiene sabores muy concentradas, de hecho son bastante ligeros aunque tienen buen sazón. Ambos los complementas con germen de soya y hierbas frescas (hierbabuena, menta, albahaca y cilantro).