¡Un lugar en la Condesa que prepara momos! Son bocadillos de masa cocinados al vapor, nada comunes en este hemisferio. Estas preparaciones son tradicionales del Tíbet y Nepal, por lo que en la decoración de Dharma Momos destacan los colores y simbología budistas, como las banderas de oración que se encargan de llevar las bendiciones a través del aire. Después de todo, la palabra dharma evoca a las sagradas enseñanzas de esas regiones.
Los momos se preparan con masa de harina de trigo (aunque los tradicionales de cebada) y agua, aquí los rellenan de carne con vegetales y menta; espinacas con mantequilla, cebollín y queso; también de papa con queso gouda y romero (teníamos que encontrar el toque citadino). Hay una opción vegana de col, cebolla morada, zanahoria, apio y jengibre. Puedes pedir órdenes de ocho momos para comer con palillos, o bien, pedirlos en una sopa reconfortante para el cuerpo, mente y espíritu.
De tomar hay lassi –yogur– de limón con menta (extraordinario), plátano, cardamomo, fresa, mango y masala –mezcla de especias–. Ah, y por cierto, no te puedes ir sin probar de postre un gulab jamun con miel de cardamomo y azafrán.
Con el calor hogareño de la comida, las bebidas y la atención que te brindan en Dharma Momos, querrás decir “OM” con cada visita.