Por definición, la costra es una cubierta o recubrimiento duro que se forma sobre la superficie de una sustancia húmeda o blanda. En el caso –más atractivo- de la panadería, ésta es creada a partir de harina y agua, dando como resultado la masa madre. Y de ahí viene el nombre de una de nuestras panaderías favoritas, Costra, que está estrenando sucursal en la Narvarte.
Este spot fue creado hace seis años por el chef Erick Magaña con la finalidad de fascinarnos con los mejores ingredientes e incorporar una de las técnicas más queridas de la panificación: el uso de la masa madre.
Para quienes son amantes de los pecadillos culposos creados por Costra, tal vez no saben que la panadería se mudó hace dos meses a solo unas cuadras de la ubicación original, así que no les vaya a dar el soponcio si no encuentran su panadería de confianza.
Contrario a la típica panadería de esquina que siempre está retacada de bollería y repostería, en esta sucursal la propuesta es a través de pequeñas repisas iluminadas y empotradas al muro mostrando como ejemplo una sola pieza de cada variedad de las que se producen en el día. Cuando eliges tu pan, lo toman de un contenedor cerrado y te lo embolsan. De esta manera conserva mayor tiempo su frescura.
Diariamente se hornean 450 piezas, por lo que tal vez no siempre tengas la suerte de encontrar la variedad de tu elección. Pero eso sí, lo que elijas estará de rechupete.
Probé la barra de cereales hecha a base de masa madre, que ha sido rociada de cabo a rabo con diferentes semillas como ajonjolí y semilla de girasol; me encantó por su buen crunch e intenso sabor a semillas que se mezclan bien con quesos y embutidos.
Toda la bollería está hecha a mano con mantequilla neozelandesa, por mucho la mejor del mundo, lo que hace una diferencia en el sabor y la textura de la masa, logrando una sensación en la boca muy satisfactoria; ¡no hay a cuál irle! El croissant de Nutella es veterano, lleva en la carta desde el inicio y seguirá mientras haya Costra, el croissant relleno de dulce de leche está en su punto en cuanto a sabor y cremosidad, la concha tiene una cubierta crujiente y deliciosa en la parte superior que cubre por completo la hojaldra. Otro imperdible es el pan relleno con guayaba.
De repostería me comí un cubilete de queso con mermelada de piña, háganme caso: si lo ven, no lo dejen ir. No empalaga, te alivianará en un momento de depresión y hasta te curará el alma.
Por la pandemia los sándwiches están en stand by, pero no estén tristes, pronto revivirán.
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