La Nonna, del restaurante italiano María 138 en la Santa María, quiere hacer de estas calles una pequeña Italia. Este año comienza dos proyectos a unos metros del restaurante siciliano: Cosimo, dedicado a la pizza, y próximamente Ninna, enfocado en pasta fresca. Conocí el primero, donde se aleja un poco de Sicilia y voltea a Roma, ya que aquí las reinas de la casa son las pizzas romanas.
Antes que nada, un limoncello spritz, con el limoncello totalmente natural que producen para María 138. Mientras lo tomo, el galardonado chef Daniele Gagliotta (quien colaboró en Cosimo con la Nonna en el desarrollo de las masas) nos habla de qué hace qué hace tan especial a este estilo. La pizza romana se prepara en bandejas rectangulares y no es tan delgada como la Napolitana, pero, aunque tiene más volumen, cae muy bien al estómago gracias a que se fermenta por mínimo 36 horas.
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Mientras esperas tu pizza, tienes que picar unas sardinas fritas o las salchichas sicilianas al Suggo, hechas en casa y bañadas en la famosa pomodoro de la Nonna (por cierto, en su cocina no se usa nada enlatado ni artificial).
Luego de probar bocados de varias pizzas, tres fueron las más gustadas: la carbonara, que lleva mozzarella, guanciale (embutido italiano), queso pecorino y, literalmente, salsa como de una pasta carbonara; la Parigina, con salsa de tomate, mozzarella, jamón york y una fina tapa de hojaldre; y, por la que regresaría muchas veces, la Salame Picante, que terminan con el toque mágico de miel de peperoncino.
Que no falte en tu mesa cualquiera de los postres, en especial el Brioche relleno de gelato y crema de mascarpone, genial para compartir.
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