En este lugar hacen cocina urbana para acompañar con cervezas artesanales mexicanas. Abrieron sus puertas hace cinco años en plena calzada Camarones y, desde entonces, han robustecido un proyecto que a primera vista parecería un bar desenfadado más, pero que cuando se le ve más de cerca resulta tener una propuesta gastronómica que apuesta por más que solo snacks cerveceros.
Los platillos están inspirados en cocina urbana de otras grandes metrópolis del mundo. Pero las recetas están tropicalizadas para agradar paladares mexicanos, sin faltar a un correcto acompañamiento con distintos estilos de cerveza.
Venden una pasta boloñesa que va lo mismo con una Pale Ale, que con una American Lager. También hay ensaladas con base de lechugas y frutas, quesos o hasta brotes y carnes blancas, que pueden acompañarse con carbonataciones leves e IPAS. Si quieres algo más clásico, también lo encontrarás. Hay papas a la francesa, nachos, alitas y boneless, para disfrutar con una cerveza estilo Vienna.
Los barriles de la bebida nunca son fijos. Los van rotando, dependiendo de los descubrimientos que hagan. Eso sí, a pesar de que pueden tener conectadas opciones de Baja California, Puebla o Guanajuato, siempre dan un espacio especial a lo hecho en la CDMX.