La cultura estadounidense nos tiene enajenados. Por medio de sus programas, películas y videos virales en redes aprendemos de su cultura, y como la comida también es cultura, resulta imposible huir de sus deliciosas gorduras.
Si bien amo desayunar chilaquiles, quesadillas y pancita, me enamora la vista el clásico desayuno americano: huevos fritos —o revueltos—, tocino, hot cakes, café y juego de naranja. Cuando me enteré que existía un restaurante que servía este tipo de desayuno, no tardé en visitar Clara Y Ema —un excelente nombre, ¿no?—.
Clara y Ema ofrece seis tipos de sándwiches, todos con huevo como base, cambiando aderezos, lácteos y proteínas. En mi visita pedí el Clara, un bollo de hamburguesa —fresco y esponjoso— con un huevo estrellado, tocino ahumado, queso cheddar y un toque de mayonesa de chipotle.
El emparedado es el sueño de cualquier gringo —de hecho, mientras comía, llegaron bastantes extranjeros—, los huevos son cremosos, el tocino no es salado y la mayonesa está perfectamente balanceada tanto en sabor, como de picor, para soportar y no volverse la protagonista.
Hablando sobre costo-calidad, es perfecto, pero debo confesar que mi visita se inclinó como negativa. Más allá del sándwich (qué me encantó), el paquete que pedí con jugo y café no cumplió: el jugo estaba pasado y el café llegó en una taza despostillada que parecía sucia de tanto uso. Cuando reporté lo del jugo, sólo me dijeron que lo iba a revisar.
La atención es algo desastrosa porque no hay meseros, debes pedir en la barra, te sientas y te llevan tu pedido. El mío tardó años porque son muy famosos en las aplicaciones de comida, por lo que están más preocupados por entregarle al repartidos el paquete correcto que por atender a las personas en el lugar. Además pagar se vuelve todo un tormento porque hay que formarse de nuevo y si la fila está larguísima, te tienes que esperar.
Sinceramente, el comer en el lugar es algo incómodo, tanto por la atención como por la nula calidad de los utensilios en los que sirven. La opción es pedir para llevar o hacerlo desde una app de entrega de comida.
Clara y Ema es como el clásico sueño americano, nos endulza la vista con sus oportunidades, pero estando ahí, no es como nos contaron.