Si esta mexicana no puede ir a Corea, que la calle de Corea venga a ella. Un nuevo restaurante coreano que abre sus puertas en esta ciudad siempre es una buena noticia, pero uno que sirva comida callejera, es una fiesta. Las luces rojas de neón que señalan el lugar (último integrante de Grupo Midam) desde la calle dan la sensación de ir caminando por la noche en las calles de Seúl.
La carta es muy variada, desde entradas variadas y ligeras, hasta diversas carnes salidas del BBQ. Pero pocas cosas sorprenden tanto como las delicias que se pueden hacer usando tofu y arroz. Los Yubochobap son una muestra de hasta dónde puede llegar un tofu relleno; acá puedes encontrarlos de Yeyuk, un delicioso pork belly enchilado, o de carne de res marinada (Bulgogi).
Otro de los reyes de la carta es el pollo frito estilo coreano, jugoso, y crujiente, y su versión picante te va a encantar. Nos quedamos con muchas ganas de probar los fideos, hay desde ramen, hasta pho… pero volveremos pronto.
Lo que siempre se agradece en un restaurante como este, en el que entrar a la terraza es salir por un momento de la rutina, es una buena carta de bebidas. Prueba los cocteles de la casa, preparados con soju o sake, y no te pierdas los carajillos de sabores, como el de mazapán.
Chingu nos confirma que aunque el ambiente, la decoración y los espacios no lo son todo, sí influyen mucho en la experiencia de probar algo nuevo, y nos deja definitivamente con ganas de darle otro recorrido a su carta, así como recorremos las calles de una ciudad.
— Aura Mendoza
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