La pandemia no ha estado nada fácil, pero lo lograron: Chilakillers Loungeria acaba de abrir en una nueva y más grande ubicación. Así que si ya sabes dónde pedir chilaquiles a domicilio en la CDMX, te falta conocer esta nueva sucursal.
Desafortunadamente, las sucursales de Coyoacán, Santa María la Ribera y, la de toda la vida, del Edificio Ermita, tuvieron que cerrar. Y ahora todo el poder chilaquiloso, levantamuertos y anti hambre se concentra aquí.
El lugar tiene todo el look and feel de los Chilakillers que ya conoces y amas: lleno de colores, con manteles de plástico de florecitas o plantas en las mesas, con letreros de neón y con chácharas que llamarán tu atención, sí o sí. La ventaja es que aquí ya cuentan con planta alta, bastante espaciosa y ventilada, en donde te puedes echar tu platote de chilaquiles, además de algunas mesas en la planta baja.
Y no te preocupes, el menú y el sazón es el mismo. Puedes escoger una orden completa o media orden; la salsa verde, roja, de mole, de frijol, la súper picosa (así se llama, por algo ha de ser) o la de aguacate; y pimpeas tus chilaquiles con arrachera, cecina, huevito, pollo, bistec, chorizo, nopal, espinacas, champiñones, flor de calabaza o solitos. También tienen chilaquiles veganos; la salsa está hecha con consomé de verduras.
También puedes pedir el manjar citadino por excelencia: la torta de chilaquil, con los mismos acompañamientos que vienen con los chilaquiles. Nosotros nos echamos una con cecina y salsa verde, que viene con todo y su cremita y con bastante salsa para que te ensucies las manos bien y bonito, pero también para que la torta quede más rica. Advertencia: está monstruosa, pero tan rica que sí te la echas toda.
Has de saber que acá no contratan cocineros profesionales para el equipo de cocina; éste se conforma por personas que han aprendido a cocinar en sus casas. Esto garantiza el sabor casero, en vez de recetas estandarizadas y, admitámoslo, generalmente hechas con frialdad. Aquí hay cariñito en cada olla de salsa.
Ya lo sabemos, los Chilakillers son la opción ideal para un desayuno en fin de semana, para curar la cruda o para continuar con la santísima tradición godín del viernes de chilaquiles —hay que mantenerla viva aunque estemos haciendo home office—. Por eso, si todavía no te animas a salir y prefieres echarte tu torta de chilaquiles desde casa, también puedes pedirlos por Rappi.
Pásale y prueba cada combinación. También mantente atento a las redes sociales, porque conforme las medidas sanitarias lo permitan, armarán eventos, conciertos y hasta usarán al lugar como galería de arte.