¡Ya se armó la machaca! Si Santa María La Ribera estuviera en la franja costera de Sinaloa, Playa Sabino sería la recomendación de los lugareños.
Cuando llega el antojo por mariscos lo mejor que puedes hacer es esperar una mesa en un lugar como éste. Las buenas porciones, los precios accesibles, la variedad de platillos, las cervezas y los tragos te dejan muy satisfecho. Llega con hambre, para que cuando sea tu turno de ocupar una mesa, les veas a todos la cabeza de pescado y la cola de camarón; no te la acabas con la cantidad de platillos que ofrecen.
Es un restaurante familiar, aunque también me gustó para ir un viernes en la tarde y calentar motores para la fiesta del fin de semana con frases norteñas escritas en la pared. No es para nada un restaurante con formalidades, es más bien dominguero y sin demeritar cosa alguna en su concepto.
Todo lo que ves en el menú se te antoja y con hambre eso es un dolor de cabeza; luego, cuando veas lo que pidió tu acompañante vas a pensar que el jardín del vecino es más verde. No pasa nada, el atractivo de esta marisquería son seis combos que contienen una miscelánea de la carta oficial y así todos podemos probar de todo.
Si se te antoja, por ejemplo, un taco de pescado capeado (como sólo los saben hacer en el norte mexicano), un coctel y un caldito de camarón (bichi), te vas a pedir un combo #4; así puedes convencer a tu acompañante de las ganas que tiene de unas pescadillas, un burro de mariscos (con tortilla de harina estilo sinaloense) o de un filete de pescado, y que pida otro combo. Todos los paquetes incluyen una gelatina de postre y un vaso de agua de sabor natural.
Te platico que al taco de pescado capeado le llaman buchón –ni idea del porqué–, la tortilla es hecha a mano y al capeado le echaron cerveza, por encima lo cubren de col blanca y morada así como un aderezo especiado con chipotle. A diferencia del taco de camarón, es el buchón el que más me gustó. Ponle unas gotas de limón y suficiente salsa verde martajada (y asada).
El caldo bichi viene en todos los paquetes y es el clásico caldo de camarón con verduras: rojo, caliente, sustancioso, picoso y un detonador del hambre. Perfecto para la cruda. En Sinaloa –y en otras partes del norte–, se le dice bichi al que está desnudo, y este caldo no lleva camarones, sólo su esencia, por ello el nombre.
Aquello que no viene en los combos y que es mi deber recomendarte es el coco relleno de mariscos, o mariscoco. Una combinación fresca de mariscos, cual ceviche, viene adentro de un coco recién partido y bañado en cítricos y salsa picante. Pídelo y compártelo.
Como nunca falta el que no come mariscos en cualquier grupo de amigos, les puedes decir que hay jabalí asado, desde un taco o una gringa, hasta en torta o burrito.
Si te gusta el ambiente relajado de Santa María la Ribera, ahora tienes la oportunidad de gozar de un rato de playa. ¡Fierro pariente!