Recientemente se inauguró Mesa Nápoles, una pequeña plaza gastronómica en una zona donde hay pocos lugares ricos, propositivos y a buen precio (como Hijos del Maíz, gran favorito). También está Corazón de Pollo, de los chefs Bernardo Bukantz y Luis Serdio (Primario, Bravo Lonchería y Salón Ríos).
Además de pollos enteros o en paquetes, sirven alitas, tacos dorados, papas rostizadas, chilaquiles y tortas. La papa con pollo y queso que pedí tenía la piel crujiente y el interior suave, llevaba un cremoso alioli y bastante pimienta con limón (a la próxima solicitaré que le pongan menos). También pedí para llevar una torta de pollo, bien servida pero algo seca —le caería bien un poco de jitomate o aguacate— y un paquete con un suculento cuarto de pollo, medio elote, papas, tortillas, agua fresca y cebollas. Llegué por el pedido temprano, a la 1:30pm, quizá por eso las cebollas rebanadas estaban casi crudas: una pena, porque cuando están bien doradas en la grasa que sueltan los pollos, son una delicia.
Más allá de los ajustes que siempre son necesarios en aperturas recientes, Corazón de Pollo promete y volveré para probar sus especiales de fin de semana, como porchetta, piernas de pavo y camotes rostizados.