En lugar de reinterpretar un café clásico, llega uno original: Aimée, Sidewalk Cafe & Tartinery, un local en la Condesa donde se mezclan las gastronomías de Francia, Alemania, Bélgica y, por supuesto, México.
La sofisticación queda reservada para los platillos, pues el sitio es sencillo con una decoración que se inclina a lo vintage, como si visitaras la casa de campo de una abuela: antigua, pero alegre y llena de color.
El corazón de Aimée es mexicano, ya que el café viene desde Guerrero. El tueste se realiza en casa, con una técnica vienesa (tostado medio) que evita los sabores ácidos y amargos, y que se traduce en tazas de diferentes caras y sabores. Si te gustan las bebidas frías de sabor intenso, el cold brew no falla, pues al ser una extracción fría, el cambio de temperatura no sacrifica el sabor. Si prefieres los aromas intensos y especiados, pide el turco preparado en la tradicional jarra cezve de cobre.
Ahora, si te inclinas por lo tradicional, el café americano no es un soso espresso con agua, al contrario, es una taza con sabor intenso y una gran carta de presentación del tueste de la casa. Además, ofrecen diferentes opciones de cervezas alemanas artesanales.
En la carta de alimentos predominan los tartines, un platillo cuyo nombre viene del verbo francés tartiner, que significa untar. Son grandes rebanadas de pan rústico con diferentes toppings. Si tu visita es durante el desayuno pide el dutch, el cual lleva dos huevos estrellados, salsa holandesa, jitomate y queso crema. De postre prueba el de nutella con plátano o el pastel de chocolate belga acompañado de rebanadas de fresa, muy frescas.
La mezcla de repostería belga, cervezas alemanas, platillos franceses y café mexicano es sorprendente.
Además, Aimée tiene un secreto: puedes pedir todo para llevar en una de las canastas de picnic que prestan para trasladar la experiencia a donde quieras. No olvides devolverla.