Hermano de Castizo, Catorze llega a Polanco con toques mediterráneos más pronunciados en un entorno que nos sorprendió por su diseño. Mucho más más actual y cómodo que rompe con los manteles blancos y la formalidad que todavía mentienen muchos restaurantes españoles. Las mesas de fuera son el lugar más fresco y, al estar rodeado de plantas, te aislan un poco del movimeinto de Masaryk.
La carta no se especializa en una región de España, aunque según nos cuenta el chef, Álvaro Crespo, está más cargada a los puertos del Mediterráneo. De modo que encuentras entradas interesantes como un milhojas de berenjena tempurizada con dip de yogurt griego, menta y pepino; o las clásicas croquetas de jamón ibérico, con su costra delgada y crujiente.
Te recomendamos que no te quedes con la paella valenciana, si ya estás aquí, es una buena oportunidad para probar otro tipo de arroces de sabores complejos, por ejemplo, el de rabo de toro, complementado con hongos cremini y gotas de alioli blanco. Por supuesto siempre de la mano de una copa de vino español.