1. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  2. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  3. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  4. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  5. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  6. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  7. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  8. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  9. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  10. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  11. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  12. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  13. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal
  14. Cantina MonteRey Roma
    Foto: Alejandra Carbajal

Reseña

Cantina MonteRey

4 de 5 estrellas
La nueva cantina en la Roma con platos clásicos del noreste.
  • Restaurantes
  • Roma
  • Crítica de Time Out
Elisa Herrera
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Time Out dice

Las cantinas tradicionales son espacios tan sagrados que, por supuesto, me surgen dudas cuando un lugar nuevo se define como tal. Especialmente si está en la Roma o la Condesa. Aunque iba cautelosa a encontrarme con la recién abierta Cantina MonteRey, puedo decir que tiene su encanto y la “agusticidad” del ambiente del noreste. 

Aquí el objetivo es que se arme una pachanga chila, o sea franca y sin pretensiones como son los norteños. Al llegar, saludamos a Chalino y al Viejo Paulino en los retratos de las paredes y nos acomodamos en el amplio salón.

La carta de tragos combina los clásicos de cualquier cantina tradicional, pero no deja de estar en la Roma, así que también hay chela artesanal y hasta vinos interesantes. ¿Lo mejor? Los precios (de comida y bebida) son bastante accesibles para la zona; de hecho tuve que leer dos veces la carta para corroborar que los cocteles no pasaban de $140 pesos. ¡Arre! Pedí el Huerquito, que lleva Capitán Morgan Spiced, jugo de limón agrio, y frappé de chamoy-sandía que me llevó a mi infancia; otro hit de la barra son las margaritas de la casa, como la Licha, con piña tatemada y habanero. 

Casi me distraje con el trago juguetón, pero para llamarse cantina, la comida debe ser igual de buena que la bebida. Y si algo sé de mi familia norteña es que la carne es muy importante. Por supuesto en el menú están presentes el chicharrón regio, la birria, el cortadillo con tuétano y el pollo estilo Monterrey (aprobado, según nos contaron, por Jonás de Plastilina Mosh) pero en esta ocasión, por recomendación, nos fuimos por la barbacoa regia de lengua y cachete. El sabor intenso de la carne, cocida hasta que se deshila, y las tortillas de harina pequeñas y gorditas, de las que no se encuentran en la CDMX, fueron el diez de diez.

Para no menospreciar al lado marino de la sección “Pa los crudos”, le entramos también al aguachile y al plato que (te lo firmo) tienes que pedir en tu primera visita: los camarones morita. Para cerrar, norteño que se respete conoce las glorias, y aquí hay un pay de queso este dulce de leche y nuez. Quizás demasiado dulce para mí, pero lo salvó el factor nostálgico y que lo compartí con mis acompañantes. 

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Detalles

Dirección
Álvaro Obregón 21
Roma
Ciudad de México
Transporte
Metrobús Jardín Pushkin
Precio
$600
Horas de apertura
Mar 2-10pm, mié 2pm-2am, dom 2-8:30 pm
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