Cuando tienes ganas de recordar la comida de las abuelas a través de una milanesa vale la pena visitar Riavaza. Es una pequeña cafetería al norte de la ciudad que trabaja la comida con mucho sentido casero, incluyendo la parte de la abundancia en el plato.
La comida corrida se divide en seis menús de precios distintos, así que no importa cuál sea tu presupuesto, aplastarás el hambre. Comenzando por el de $57 que te permite elegir entre dos platillos, hasta el de $105 que es una parrillada mixta con pollo y arrachera. Todos los menús van a tu mesa con totopos, tortillas, pan y agua del día.
Encontrarás desde los platillos de fonda sencillos como espagueti blanco, arroz, frijoles y enchiladas, hasta filete de pescado al vapor, alambre y la que se ganó mi corazón, una milanesa con papas a la francesa, cumplió con las dos premisas: crujiente y poco residuo grasoso.
La ubicación de Riavaza tan cercano a Indios Verdes y a Insurgentes también la ponen en un lugar estratégico para la gente que entra o sale de la ciudad, si andas por la zona, tienes hambre o buscas desayunos, esta cafetería es de las que no fallan.