A la San Miguel Chapultepec ya nada la detiene. Cada vez hay más opciones para comer rico en la zona y, sobre todo, propuestas frescas y (se tiene que decir) menos sangronas que en las colonias vecinas de la Roma y Condesa. Y el nuevo integrante de esas propuestas es Café Papagayo.
El concepto de este café (que es mucho más que eso) es difícil de definir. La barra de cafés es rica y amplia; puedes pedir tu bebida de siempre: americano, latte o flat white. Pero, además de esta bebida para despertar, también tienen desayunos, comidas, cenas, sidras, vinos y cocteles. O sea que Café Papagayo sirve para lo que más te convenga.
Este lugar tiene muchas cosas a destacar. Para empezar, al estar en una zona todavía más habitacional, te llevarás una experiencia mucho más tranquila. Verás pasar a los vecinos en vez de a las hordas de parroquianos esperando entrar en el bar de moda. Y la cocina, si bien con sus toques de sofisticación, hace guiños a la comida casera.
Prueba de ello son los huevos revueltos con hoja santa y mole o el favorito para comenzar la mañana: los huevos verdes, un huevito estrellado montado sobre un cuadro de hojaldre y con una salsa verde como la que hacía tu mamá.
Otra reinterpretación de la cocina casera, y perfecta por si pasas a la hora de la comida, son las croquetas de huauzontle, que sí se parecen a las tradicionales tortitas, pero que van acompañadas con un poco de queso ricotta que le da cremosidad al plato.
También hay opciones para taquear, como los taquitos de barbacoa de lengua que van acompañados con un quelite delicioso, pipicha. Y entre los platos fuertes están los imprescindibles del comfort food: el pollo frito, el pork belly o un shawarma de res. Cuando vayas, notarás que en el menú los platillos no tienen nombres: mencionan los ingredientes que los componen. Eso es porque, qué dicha, lo importante son los productos.
Café Papagayo es una opción para ir a un lugar tranquilo, a cualquier hora, comer rico y beber bien. Ojalá que veamos más lugares como éste en nuestra ya muy querida San Miguel Chapultepec.