Se hacen llamar el nuevo héroe del vecindario porque llegaron a la Condesa para revolucionar los sándwiches clásicos. Bodegga Deli es el negocio de tres socios amantes de la comida —Fabian Navas, Moisés Levy e Ilan Steiner— y su menú abarca de todo un poco: opciones para el carnívoro y el vegano, muy bien equipadas de unas adictivas papas fritas.
La idea inicial era hacerlo una dark kitchen (cocina sólo a domicilio), pero dando con el local ideal decidieron armarla en grande para darle al público de la Condesa y alrededores una dosis de comida reconfortante con ingredientes sumamente frescos.
Así pues, el repertorio sandwichero usa recetas tradicionales con un twist traído por sus fundadores, como el Don Pollo: entre el esponjoso pan brioche de masa madre se sirve una gran pieza de pollo frito especiado con mantequilla macha, mayonesa de hierbas y pepinillos yuzu, sobresalen los toques ácidos pero rebosantes en cremosidad y con un gran empuje de lo crocante del pollo.
El clásico reuben lo nombraron R.K.R y está armado con pan sourdough, corned beef curado y cocido en casa, sauerkraut casera, queso suizo y un aderezo ruso con espárragos encurtidos que remata los sabores fuertes. El Fucking Hippie es una grata y vigorosa sorpresa vegana que despierta al paladar con shwarma de coliflor, hummus, ensalada israelí, salsa amba tahini (un encurtido picante de mango con sésamo molido) y pan laffa, un flatbread popular en los países árabes.
Aunque está en la parte de desayunos, se vale pedirlo para postre: el sándwich de mantequilla de maní con mermelada y plátano macho frito demostró que la sencillez guarda grandes aptitudes de sabor cuando logras la combinación ideal.
¿Hay algo peor que un sándwich con relleno desciudado? En Bodegga Deli solucionan este inconveniente con mucha variedad de aromas, colores y texturas, basta echarle un ojo al menú para que realmente se te antoje todo.