En la esquina de Matías Romero y Adolfo Prieto, en la Del Valle, encontré una cafetería de fachada azul y blanco que enseguida supe que debía visitar. En todas las mesas había un patrón: la presencia de rosas y orquídeas que aromatizaban el sitio.
Del menú de alimentos, dirigido por la chef Rosa María Orozco, me llamó la atención el sándwich ser o no ser, con pan brioche, queso gouda, tocino y jamón de pavo, y el panini de ternera con papas a la francesa. Sin embargo, como el día estaba soleado y ligeramente frío, me decidí por una generosa ensalada de higos rellenos de queso de cabra. Estaban envueltos en jamón serrano y con un mix de lechugas aliñado con vinagre balsámico. Lo dulce y salado me atrapó el gusto como una estampida agridulce de cada ingrediente. Acompañé con su gin artemisa de manzana verde, agua tónica y matcha.
Para el postre, la mejor opción fue un pan vanidoso de chips de chocolate, tan suave y esponjoso que de inmediato dibujó una sonrisa en mi rostro.
Además de cafetería y bistro, Artemia Flower Bar es una boutique de flores. Hay una enorme variedad de bolsas, bouquets florales y pulseras. Es perfecto para desayunar y comprar un detalle. Como su nombre rinde tributo a una vigorosa cazadora griega, el lugar te empodera con su ambiente confortable, sus precios justos y al rodearte de flores lindas.