Al dar una vuelta por la Narvarte en esa hora en la que no sabes si ya es hora de comida o aún de desayuno me encontré con un peculiar lugar, tiene una decoración fiel a un estilo natural que te dan la sensación de estar en un lugar de comida saludable, orgánica o vegetariana.
Te da la bienvenida una voz con acento argentino que te inunda de confianza y calidez, te hacen sentir como en casa de la abuela. Después de una pequeña platica y recorrer todo el menú me encaminé al camino de lo vegetariano, pedí la hamburguesa de falafel hecho de garbanzo, comino y diversas especies, es deliciosa pues el sabor de la misma es resaltado por el toque del aderezo hecho con yogur natural y menta logrando una combinación absolutamente ganadora, servida en una cama de lechuga y unos toques de cebolla morada, todo cobijado por un pan crujiente y de buen tamaño.
También está la sección de baguettes y chapatas donde encontrarás las clásicas de pechuga empanizada, BBQ o a la plancha, jamón serrano, pepperoni, tres quesos o vegetariana. La otra opción es la saludable con ensaladas que puedes armar con diferentes ingredientes y a tu gusto. Si quieres una comida completa, puedes optar por la ensalada con hojas de lechuga, calabaza, jitomate, zanahoria y pepino bañada con ajonjolí y aderezo pesto. De sopa sirvieron pasta con crema de un sabor muy sutil, y lo mejor y más pecaminoso fueron los chilaquiles, crujientes con el picor exacto y agridulces con pechuga empanizada encima. No era cualquier pechuga, estaba hecha con una receta especial con cacahuate y ajonjolí que toma un color diferente a la hora de freírse y desprende un aroma peculiar.
Para acompañar hay aguas de frutas, de romero, albahaca, o menta, puedes pedir también una antioxidante, no importa cual pidas todas son muy refrescantes.