Dos cosas que necesitamos hoy en día: amor y pan. Aida Café hizo de ello el lema principal y los representó en un menú de cocina mexicana contemporánea a cargo de la chef Ana Matorell.
Las sombrillas de playa y las flores colgantes combinan con el gin de frutos rojos y la limonada de lavanda que sirven, a pesar de encontrarse bajo el techo del Centro Comercial Santa Fe, en donde el despacho Cuaik Arquitectos personalizó Aida Café como una terraza.
La hora matutina es el fuerte, cuando se hornea el pan y se asoman los chilaquiles aida en tortillitas infladas rellenas de frijol, pollo y huevo estrellado encima. Para endulzar las mañanas hay hot cakes de arroz con leche (receta de la abuela) y los esponjocitos ultra inflados. Para lo salado hay huevos pochados en aguacate, enfrijoladas de camarones rosarito y omelette de huitlacoche.
De la parrilla sale un carpaccio divorciado —finas láminas de rábano y aguacate asado— y cogollos césar al grill, corazón de lechuga y anchoa. Uno de los favoritos es el risotto de mole negro acompañado de tortilla, espuma de yema y plátano macho.
Para carnívoros están los jugosos 250 gramos de cachete con puré a la trufa blanca (platillo imperdible) y la hamburguesa aida con foie gras, gruyere y cebolla caramelizada; el pescado al azafrán se ilumina gracias al tono amarillo chillante de esta especia.
El cremoso cheesecake de romero, el crème brulée de matcha y la pelotuca de ferrero (una pirámide de helado), rematan con sabores frescos e ilustres presentaciones.