50 Compas

Una propuesta diferente a las taquerías tradicionales mexicanas, en la que encontramos tacos de autor con ingredientes de alta calidad y tortillas hechas a mano. 

Como el nombre del establecimiento lo indica, hay una variedad enorme de tacos. Llamarlos así se justifica únicamente porque se sirven en tortilla, pero poco tienen de auténticamente mexicanos. Los hay de pork belly, de filete con cabrales y de pato. Aunque si eres de los que no pueden vivir sin sus clásicos de pastor, campechanos, cochinita, cecina o barbacoa, no sufras: aquí también los encontrarás. 

Pedí los tacos orientales de rib eye tipo checa, muy bien sazonados con salsa de ajonjolí; y los de hongos con tortilla de huitlacoche y aceite de trufa, el sabor de la trufa no lo encontré por ninguna parte. 

Por último, escogí unos tacos de marlín con polvo de chicharrón y sal. El marlín estaba algo seco e insípido. Lo bueno es que hay de donde escoger. 

Las porciones son reducidas: dos tacos de tortilla chica; por lo que con una orden no tendrás ni para empezar. Los precios van desde $55 (los clásicos), hasta $350 (de carne kobe). 

La decoración no es la de una taquería normal en la que parece que la grasa sube por las paredes, obvi es mucho más fresa. Ollas oaxaqueñas de barro negro cuelgan del techo dándole un toque mexicano pero nice. 

Por la hora y el día en el que fui, creí que me encontraría con la godiniza dándose un taco de ojo. Sin embargo, me sorprendió ser la única comensal en el restaurante. Con todo y eso, el servicio fue lento e ineficaz.

Es una buena opción si buscas probar tacos diferentes a los de cualquier changarro, solamente ten en cuenta que pagarás tres veces más.