La cocina mexicana es tan amplia y llena de sabores y texturas que los platillos dulces no se quedan atrás. Tenemos postres deliciosos y sencillos como el famoso arroz con leche, las natillas y los churros, sin embargo nos dimos a la tarea de investigar cinco postres que innovan las recetas originarias o proponen una nueva inventiva con ingredientes muy mexicanos.
Si eres mul dulcero tienes que ver nuestro especial con los 20 mejores postres de la CDMX y los lugares para comer postre en la ciudad.
De textura tersa y sabor elegante, este postre proveniente de los mercados populares de Oaxaca te transportará hasta tierras zapotecas. Lo complementan con una salsa de zapote negro, espesa y frutal. Es suficiente para dos personas y para disfrutar un postre muy mexicano.
Pruébalo en: Azúl Histórico.
Sobre una porción generosa de helado de cereza y mezcal, te sirven rebanadas de plátano espolvoreadas con azúcar y canela. Es un postre al mismo tiempo crujiente y refrescante.
Pruébalo en: La Llorona.
En el caso del pastel esponjoso, el chef VázquezLugohahechode alquimista pues casi se derrite con la mirada. Dulce y mullido como los mejores sueños, está acompañado por compota de frutos rojos.
Pruébalo en: Nicos.
Está inspirado en los germinados de frijol en algodón que hacías en la primaria. La evocación a la infancia se combina con ingredientes de temporada: bizcocho de hierbas con chocolate blanco, fruta, galletita de amaranto y algodón de azúcar.
Pruébalo en: Pehüa.
Mezcla la suntuosidad del queso de cabra con el sabor familiar del ate de membrillo. Un postre que transporta al centro y occidente del país, a calles adoquinadas, cantera y gente cálida. Pídelo en cono, la galleta añade el elemento crocante.
Pruébalo en: Cold Beat Helados.
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