Una de las ventajas de vivir en una ciudad tan grande como Ciudad de México es que en cada rincón encuentras lugares por los que vale la pena el recorrido. En la colonia San Rafael, muy cerca del teatro Virginia Fábregas, está 220 Panadería. Al igual que la zona, esta panadería cuenta con algo especial que la vuelve una visita obligada para amantes del pan. Di con ella después de un largo día, me senté en la barra y sentí cómo el tiempo pasaba más tranquilo de lo normal.
Las opciones saladas están hechas con masa madre y las dulces tienen tanta dedicación que estoy segura pedirás unas piezas para llevar. Primero me fui por un té chai que acompañé con un rol de canela, las especias en la bebida no abrumaban, se sentían muy sutiles, ¡y se agradece que el rollo no traía pasas!
Después ordené un lomito grill sándwich servido en pan campesino con mezcla de quesos, lomo, cebolla caramelizada y mostaza dijón; como plus le agregan una salsa de chiles tatemados que da un gran toque ahumado (está tan buena que deberían venderla). El pan es suave y al tostarse tiene corteza crujiente y se siente más el sabor ácido gracias de la masa madre.
No pude resistirme a pedir una gloria, un pan en forma de muffin (redondo y alto) pero con masa laminada, dándole mucho sabor a mantequilla y un dorado que cruje en tu boca con solo verlo. Está rellena de dulce de leche, y si lo comes como yo, deshaciéndolo por capas, al final te encontrarás con esa sorpresa. Solo que me desepcionó un poco al casi terminarlo, pues tenía un pedazo de dulce de leche en forma de chicloso que en lugar de aportar dulzura, complicaba comerlo, y tuve que separar el resto. No digo que sepa feo, pero no deja de ser un chicloso dentro de un pan.
Sus vienesas de queso y guayaba son un transporte a la felicidad, no están tan dulces y se balancean con la textura del pan. Ten paciencia porque hay ciertos momentos en el día que se junta la gente y será cuestión de minutos que te atiendan, pero te aseguro que vale la pena.
220 es ese lugar en el que puedes ir solo por un pan y un café, encontrarte con alguien para ponerse al día o simplemente platicar de café con Claudia, su barista que te atenderá con una sonrisa y compartirá sus conocimientos.