20 restaurantes para celebrar el cumpleaños de tu mamá

Es un espacio rústico y relajado, los colores cálidos de la madera y las plantas que cuelgan del techo envuelven el espacio y son el perfecto recibimiento para una comida casera y reconfortante de Florencia, Italia. Comienza con las carciofi al forno gratinadas en permesano.

Es un restaurante argentino ideal para las mamás carnívoras, sorpréndela con un rib eye añejado. Es muy amplio, con mesas al exterior y un interiorismo extremadamente cálido con madera en columnas y paredes de ladrillo; los candelabros y acabados en herrería terminan de dar el sello de elegancia rústica, como la de una cabaña en cuya cocina decidieron instalar un horno de leña. 

Pehüa ("comienzo" en náhuatl) es un restaurante con alma vieja, pero de propuestas contemporáneas para la mamá que le gusta estar a la moda gastronómica. Los platos se preparan con técnicas de vanguardia, pero surgen de recuerdos entrañables de sus cocineras.

Su menú det degustación va de los $900 pesos de 9 tiempos a 14 tiempos por $1300 pesos. A cargo se encuentra el talentoso chef Oswaldo Oliva, quien pasó por el Celler de Can Roca en España, pero fue en los siete años en Mugaritz, en el País Vasco, donde alcanzó su madurez como cocinero. En Lorea lo demuestra con platos que son un catálogo de texturas y sabores muy trabajados, pero que siguen sintiéndose frescos, y sumados al impecable servicio te dejan con ganas de más.

El lugar ha sido diseñado meticulosamente para que ningún espacio desentone en lo más mínimo y mucho menos para que quede desperdiciado. Cada rincón tiene su razón de ser. Cada mesa es íntima. Las velas en la obscuridad, la vegetación, el servicio atento pero no invasivo y el excelente jazz, crean un ambiente exótico y privado, para disfrutar de la comida del chef Edgar Núñez.

Si tu mamá ya conoce los mejores restaurantes de la ciudad entonces es momento de organizar algo especial. Este no es un restaurante, es toda una experiencia gastronómica que surgió de la unión entre Comilona (proyecto de cocina itinerante) y la chef Mariana Vizcaíno, quienes trabajan con ingredientes frescos y técnicas que van de lo tradicional a lo más atrevido.

Es el perfecto ejemplo de un ambiente cálido que no asedia las pretensiones. La ginebra y el prosecco son madre y padre de la barra, donde el deleite comienza y se centra la atención del comedor. Brinda con tu mamá con un gin con lemon grass y pimienta rosa para abrir el apetito, amtes de entrar de lleno a la cocina italiana con los platillos de la familia Demichelis, de recetas tradicionales con ingredientes mexicanos.

Huset significa "hogar" en sueco, pero este nuevo restaurante no sirve comida nórdica, sino platos con aires campiranos. El horno de leña es el protagonista, tal y como lo soñaba el chef Maycoll Calderón, luego de tres exitosos años como chef ejecutivo del J&G Grill.  Es plenamente urbano y a la vez te transporta fuera de la ciudad. Además de haber buena música y buenos tragos, la cocina da en el blanco en cada tiempo.

Este concepto te hará ver el postre desde una perspectiva artística y honesta, gracias a los productos 100% naturales y de temporada que utilizan diestramente. Boca demuestra que “del postre nace el amor”, demuestrale a tu madre cuánto la amas con dl ahumado de vainilla, plátano y un glaseado estilo espejo de chocolate blanco decorado con perlas de galleta.

El lugar es al aire libre con una distintiva vista hacia las jacarandas y al Parque México en la Consesa. Los equipales de colores cobrizos dan un toque prehispánico, mientras las paredes se adornan con alebrijes y máscaras. La coctelería de la casa está hecha a base de champaña, un toque elegante para brindar con tu mamá, especialmente si pides un twinkle con vodka y un suspiro de flor de sauco. La variedad gastronómica de cocina mexicana corre a cargo del chef Gerardo Delgado (hotel María Condesa H&S).

No sabrás a dónde has llegado con sus colores galácticos, elementos visuales tropicales, mobiliario retro y acabados de resina en sus mesas. Un diseño ingenioso y genuino. A la propuesta se suma la música, una especie de fiesta exótica con sonidos naturales. La comida es cambiante con las temporadas, de ingredientes cuidadosamente seleccionados por las chefs Ale Coppel y Alexander Suástegui; una dupla de chefs que ha dado mucho de qué hablar desde la apertura. 

Es uno de los mejores restaurantes de la CDMX, así que primero haz la reservación. Eduardo García, el chef ejecutivo, nunca estudió gastronomía pero aun así terminó cocinando en Le Bernardin, uno de los mejores restaurantes de Nueva York especializado en cocina eurocéntrica clásica. En México, después de colaborar en Pujol, abrió Máximo, un restaurante ecológicamente consciente y que apoya los productos nacionales.

Haz la reservación para una mesa en el patio, de paredes blancas y discretos motivos florales. Los muebles vintage con detalles modernos crean un aire bucólico. La carta está compuesta por cocina italiana con toques mexicanos, aquí nada de clichés. Hacen uso de ingredientes –sobre todo marinos– medianamente desconocidos, en recetas como las que cocinaría una abuela italiana, con destellos de la creatividad únicos de la chef Elena Reygadas. 

Hubo una época, no tan lejana en la que comer en el restaurante de un hotel era el último recurso. Pero nuestro país ha crecido mucho gastronómicamente y esa efervescencia empuja hasta a las marcas mejor establecidas a renovarse: así sucedió con Zanaya, el nuevo restaurante del Four Seasons Ciudad de México, que sirve comida del Pacífico mexicano con vista a uno de los jardines más encantadores de la ciudad. 

Eduardo García siempre quiso abrir una brasserie clásica y cumplió su sueño con Havre 77. Desde sus comienzos en Brasserie Le Coze y Le Bernardin de Eric Ripert, el chef de Maximo Bistrot se enamoró de la cocina francesa tradicional y de sus técnicas que no admiten atajos: el producto debe ser de primera calidad y hay que dedicar todo el tiempo del mundo a las cocciones.

No importa si tu mamá es purista de los sabores de la comida nipona, una vez que pruebe el taco de camarón tempura lo entienderá todo y  no le asustará leer huitlacoche y teriyaki en la descripción de un mismo platillo. El chef Takeya Matsumoto te hablará en español mexicano y en japonés al mismo tiempo y con mucha fluidez a través de sus propuestas gastronómicas.

Este nuevo restaurante de inspiración mediterránea saca provecho de la bella casa del siglo pasado que ocupa, con un cálido diseño con plantas en abundancia, lámparas de latón, sillas de madera y terciopelo verde y un romántico patio interior. La comida es de temporada.

No todo en la comida mexicana son frijoles y no toda la comida gringa es chatarra. Para las madres intrépidas en el buen comer está la versión del chef Alberto Ituarte (Aitana) en Oasis Coyoacán, y que su placentera pinta de hogar afable no te confunda, no es una sucursal importada a un centro comercial, sino una embajada del reino del BBQ. 

 Desde 1957, el chef Gerardo Vázquez Lugo ofrece una carta que incluye recetas del siglo XIX –como la sopa seca de natas, estrella de la casa. La primera impresión es la de un lugar que goza de clientela fiel y que conserva su espíritu de restaurante de barrio. 

De Guadalajara llegó este restaurante de mariscos que impuso una nueva moda, no sólo por su calidad gastronómica, sino también por su servicio. Como si llegaras a casa de un amigo, en La Docena te reciben con una sonrisa. Si vas en fin de semana tendrás que anotarte en lista de espera, pero créenos, valdrá la pena la corta espera.