Agua y Sal  aguachiles en la cdmx
Foto: Cortesía
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10 restaurantes para comer mariscos y sobrevivir la cuaresma en la CDMX

No importa que no sigas una doctrina o el camino vegatariano, siempre caen bien unos mariscos chingones

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Por si no lo sabías, este año el período de cuaresma comenzó el 5 de marzo. Es época de evitar los restaurantes carnívoros, y sustituirlos por unos picosos aguachiles o explorar los menús de la gran oferta de comida vegana que hay en la CDMX.  

Entre los mejores restaurantes de mariscos elegimos para ti 10 propuestas divertidas y frescas para que aproveches lo mejor de la temporada. 

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Marisquerías para visitar en cuaresma

1. Caracol de mar

En su nueva ubicación en la Condesa, este restaurante ha reunido elogios de decenas de foodies desde su reciente apertura. Aguachiles, pescado a la talla o pulpo a la parrilla, pero todo muy adornadito para que no te falte la foto del recuerdo en tu feed. 

Campeche 340, Condesa. Lun-vie 12-8pm, sab-dom 11-8pm. 

2. Amistad

Mariscos sonorenses desenfadados donde hemos probado uno de los aguachiles más picosos de toda la ciudad. Si quieres revivir de una cruda o solo eres un master del picor, ¡arre!, si no también prueba sus burritos o su taco prieto, con queso asadero y tortilla de harina. 


Ignacio Esteva 18 B, San Miguel Chapultepec. Mar-dom 1-7 pm

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  • Santa María la Ribera
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La cultura del ostión está llegando a la CDMX y no se detendrá hasta barrer con el miedo de muchas personas a enfermarse por comer moluscos. En este patio relajado y soleado en la Santa María se especializan en ostiones y almejas que llegan súper fresquitas de Bendito Mar, su proyecto de granjas de acuacultura en comunidades de Baja California Sur. 

Este local no es una marisquería; aunque de repente encuentres por ahí un pescado o un camarón, aquí los reyes son los bivalvos (ostiones y almejas), y si hay algo mejor que probar un producto así de fresco es saber que viene de fuentes sustentables.


Ahora, ¿cuál es la mejor manera de comer un ostión? el chef Alex nos sugiere que antes que nada hay que probarlo con dos gotas de salsa tabasco o la de la casa (la verás en un gotero) y unas gotitas de limón amarillo. Yo sugiero que lo acompañas con un clamato de la casa para este calor primaveral. (Ojo, lleva ropa apta para mosquitos ya que oscurece). 


Luego, ya puedes pasar a creaciones más elaboradas como su almeja coqueta, con ceviche de pescado y aceite de chiles. Pero lo mejor es reservar los jueves de atelier, en los que el chef arma un menú especial ($900) con los bivalvos en platos creativos según los ingredientes disponibles, el cual se sirve únicamente a las 6 y a las 8 pm. A mí me tocó, además de comenzar con una tanda de ostiones frescos (con todo y clase para aprender a abrirlos), una almeja chocolata con esquites, una torta ahogada rellena de almejas y carnitas, y una crema de ostión en una hogaza de pan rústico. 


Tip: Lleva tu botella o vino porque el descorche es barato ($40) y en fin de semana solo te cuesta 10 pesitos.

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4. Baja Food truck

En este camioncito vas a comer mariscos frescos tal como en las carretillas de Ensenada frente a la playa. Con una onda muy relajada, ofrecen burritos de mariscos, tacos de pescado, ceviches y otras sorpresas, con una

Cumbres de maltrata esq eje 5, Americas Unidas. Mié-jue, dom 10am-6pm, vie-sáb 11am-8pm. 

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5. Culichilango

Esta marisquería, como el nombre lo indica, traen lo mejor de Culiacán a la capirucha. Si le entras a todo, aquí no hay una sino tres torres de mariscos diferentes. Todas llevan la base de pulpo, callo de hacha, camarón crudo y cocido, atún, pepino y aguacate; de ahí, si te gusta lo agridulce, hay una que lleva rodajas de mango y salsa negra, otra que va bañada en salsa macha que pica lo suficiente y va coronada de zanahoria y pepino rallados, y la tercera que ostenta un baño de salsa verde, como de aguachile. Todas alcanzan para dos a tres personas.

Universidad 275, Narvarte. Lun-jue 12-8pm, vie-sáb 12-10pm, dom 12-8pm. 

  • Roma
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Tal vez conoces a Mi compa Chava de sus días de dark kitchen. Quizá te quedaste con las ganas, porque todo se acababa tan pronto que jamás alcanzaste. Cualquiera que sea el caso, te tenemos buenas noticias: tu marisquero de confianza, Mi compa Chava (a.k.a. Salvador Orozco) acaba de abrir su restaurante en la Roma.

Cuando llegué, me enamoraron tres cosas: el frasquito de chiles chiltepín que ponen en la mesa junto con su molino (así, sobre la mesa); la espectacular carta de bebidas y las playeras de los meseros que recuerdan a la cultura popular de Sinaloa (mi reino por una playera de Malverde, dicen que pronto estarán a la venta).

En esa era de delivery, ya habíamos probado la Señora Torres, que sí le hace honor a su nombre, porque es una torre gigante de callo de hacha, camarón crudo y cocido, pulpo, atún aleta negra, cebolla, pepino, aguacate y su salsita marisquera de chile morita. Y aunque te la súper recomendamos, esta vez prefrimos probar otras opciones de su menú.

Para empezar, la almeja chocolata que, según indica en la carta, fue buceada a 23mts de profundidad por Tito (un pescador), en la Bahía Magdalena de Baja California Sur. Venía con pico de gallo y un gotero con salsa marisquera, de esas que mezclan la Maggi con la Inglesa, para que tú controles la dosis de sabor extra.

Le seguimos con un Chocomil; y no, nada tiene que ver con el chocolate en polvo. Se trata de un ceviche que viene con camarón cocido, caracol chino, callos de lobina y de hacha, salsa coctelera —pero ojo: hecha en casa, no de ese cátsup honestamente feo de las marisquerías— y aguacate que sirven con el ajonjolí de todos los moles, galletas saladas. Y para el huequito, le entramos a una tostada de sierra que venía con aguacate y salsa marisquera.

Todos los mariscos eran frescos, cosa que un capitalino agradece, y mucho. Además las salsas están deliciosas, potentes, picosas cuando deben de serlo y, sobre todo, se les nota su manufactura casera.

La carta de bebidas no falla. Tienen un par de vinos blancos mexicanos (los fabulosísimos Piscis de San Luis Potosí y Silvana de Viñas Pijoan, opciones marisqueras infalibles); algunos rosados y otros tintos. También cocteles como la Compa Miche, una michelada con mezcal espadín, clamato y cerveza que seguro te curará de todo mal, o el Mochis Spritz, hecho con Mistela Pijoan, cítricos, Prosecco y top de agua mineral; elegante, fresco, equilibrado y súper rico. También están las imprescindibles micheladas o la hiper sinaloense agua de cebada. Y no te pierdas el agua de naranjita.

La experiencia de Mi compa Chava es marisquera, 100%. Cuando entres al lugar sentirás la camotiza de los meseros, escucharás los platos chocando unos con otros, la conversación del vecino y el camión del fierro viejo pasando por la calle. A esta sensación la acompañan los mariscos (muy) frescos y las salsas hechas para acompañar a cada plato, pero dándole protagonismo al producto: aquí, lo importante es el camarón, el pulpo o el callo. La ejecución es impecable, sí; pero definitivamente las estrellas del plato son los insumos del mar.

Te garantizamos que no habrá lugar para curártela, comenzar el fin o entrarle rico a un plato de mariscos estilo Sinaloa que compita con Mi compa Chava, donde todo sabe a cuidado y cariño. Tip: reserva antes de ir. 

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  • Mariscos
  • Guadalupe Inn
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Veracruz goza de una gastronomía única con platos especiales como el chilpachole, caldo con chile chilpaya, camarón y jaiba. En la CDMX es muy difícil encontrar un restaurante que refleje todo ese potencial, pero en Nacú lo logran. Para abrir apetito empieza con un taco de camarones a la diabla, debo decir que para mí le faltó un poco de picor, pero su salsa de habanero lo puede componer todo.

  • Mariscos
  • Roma
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La Docena
La Docena

De Guadalajara nos llega este restaurante de mariscos que seguramente impondrá una nueva moda, no sólo por su calidad gastronómica, sino también por su servicio. Como si llegaras a casa de un amigo. Si vas en fin de semana tendrás que anotarte en lista de espera, pero créenos, valdrá la pena la corta espera.

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  • Mariscos
  • Polanco
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

No hace falta ser muy perspicaces para intuir que el nombre hace alusión al mar; lo que uno no adivinaría nunca es que este establecimiento ofrece doce variedades de sal provenientes de todo el mundo: sal blanca de Coyuca, sal rosada de los Andes Peruanos, flor de sal de Coyutlán, sal negra de Hawaii, sal Maldon, sal de Chipre, sal gris de Guerande, sal roja de Alaea, sal ahumada de Alderwood, flor de sal de Guerrero Negro, sal rosa del Himalaya y sal de gusano de Oaxaca. 

El restaurante ostenta una decoración algo ecléctica; tiene el piso de pasta que se usaba en el siglo XIX y que se ha vuelto a fabricar combinado con azulejos tornasoleados en las paredes –digamos que dan una sensación de alberca–, un par de refrigeradores viejos de colores vivos y perfectamente restaurados, recuerdan a un lugar para comer mariscos en el Acapulco de los cincuenta, las mesas con acabado de mármol y base de metal negra parecen antiguas y se complementan con un recipiente pequeño de vidrio en forma de gallinita que contiene los diferentes tipos de sal.

Si te gusta el sabor ahumado y los esquites, lo más recomendable es pedir el ceviche a la leña con calamares, camarones y mero sazonado con cebolla morada y chile cuaresmeño además del incomparable sabor que le dan los elotitos asados.

Otra opción, aunque no es muy abundante, es pedir la degustación de ceviches para probar poquito de todo: el Agua & Sal, muy dulce con salsa de piña, cacahuate y aceite de ajonjolí; el de atún en salsa de tamarindo y soya con pepino, aguacate y cebolla morada; por otro lado el peruano, mucho más acidito con lenguado en leche de tigre, choclo, cancha y camote cocido, y finalmente el delicioso veracruzano hecho con mero en salsa de cilantro, pepino, cebolla y chile jalapeño. Para el postre, la mejor opción son los rollitos de plátano con ralladura de coco acompañados de helado de vainilla y café espresso.

  • Mariscos
  • San Rafael
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Boca del Río
Boca del Río

Esta marisquería cuenta con sus propios barcos camaroneros para traer su producto fresco y preparado con calidad. Con 74 años en el giro, sin duda es la opción más viable en cuanto a delicias del mar. Pide unos camarones al albañil o un huachinango a la veracruzana.

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