Constela, café en la Roma
Foto: Raúl Raya
Foto: Raúl Raya

9 cafeterías con terraza en la CDMX

Cafeterías en la Ciudad de México con aire fresco y luz natural para desayunar o tomar café de especialidad

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La época de calor es la mejor para disfrutar de los cafés, bares o restaurantes al aire libre en la CDMX. Y si lo que buscas es un pastel, una pieza de pan o un french toast para acompañar tu latte, estos cafés con terraza son la opción. Aquí podrías disfrutar del clima mientras pruebas una taza de café de esas bien hechas.

Prepara tus lentes de sol, tus bermudas y tu bloqueador solar y lánzate a alguno de estos cafés con terraza en la CDMX, seguro ahí disfrutarás del sol como en ningún otro lado.

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Cafés con terraza en la CDMX

  • Mundial
  • Roma
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La parte de cafés refiere a una bien trabajada barra con granos de la Finca San Martín Cohuapan, Puebla: aterciopelan los lattes y dan espesor a los espressos. El recinto como punto clave: la casa porfiriana que albergaba a Casa Quimera sobre Orizaba. El despacho de arquitectos Taller 905 intervino Madre Café, envolviéndolo en blancos, cobres, maderas y mármol, con la iluminada terraza cercada por plantas.

  • Cafés
  • Roma
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

El diseño florido y muy amarillo definen la decoración de Tres Abejas, la cafetería del Museo Soumaya Casa Guillermo Tovar de Teresa. La vibra tan elegante y afrancesada te incita a pedir macarrones, mismos que para mi tino se habían terminado, así que fui por el pastel de almendra sin harina.

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  • Estadounidense contemporánea
  • Roma
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Cualquier amante de la simetría y paletas de color apreciará este lugar gracias al notable diseño. Un concepto de comida reconfortante traído por Quesería de mí cuyo fuerte es la reinvención de platillos clásicos del desayuno, comida y cena: pedir espaguetti a las 11am o pan francés a las 5pm es totalmente válido.

  • Cafés
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4

Hay que admitirlo, el octavo piso de un Sears no suena como el mejor de los miradores. Sin embargo, la cosa cambia si consideramos que el panorama de la estrecha terraza donde está este café se centra justamente en el Palacio de Bellas Artes y en una buena parte de la Alameda Central. Si seguimos una metáfora teatral, este sitio es el palco desde donde se contempla el otro espectáculo de Bellas Artes, en el que visitantes y paseantes son los protagonistas. La entrada está limitada a sus clientes, pero una bebida no está de más para entretener al paladar mientras los ojos sorben la parte más bella del Centro.

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  • Lomas de Chapultepec
  • precio 3 de 4
Café O
Café O

Una gigantesca casa de las Lomas es el punto de encuentro para artistas, diseñadores, sibaritas y estudiantes que constantemente se reúnen para apreciar las exposiciones que alberga este lugar.

El ambiente con olor a incienso es acompañado por bossa nova y otros ritmos lentos, a los que el servicio de meseros les sigue el compás.

La carta es muy completa. Cuentan con mezclas preparadas en casa, como la de canela, de limón, naranja, anís y hierbabuena. Recomiendo el assam yunnan, un té negro puro que mezcla hojas indias y chinas.

Por otro lado, el chai servido como frappé fue una agradable sorpresa, pues tiene algunas notas más fuertes de clavo y pimienta. Incluso nubló un poco la connotación negativa que tengo de la palabra “frappé”. Cada una de estas combinaciones está muy bien cuidada y en el menú se indican sus propiedades y el porcentaje de cafeína que contiene.

A pesar de las aparatosas máquinas de café Illy, no considero que el énfasis de Café O esté en la marca. El nombre del lugar incluso parece ser una ironía. Recomiendo probar el café de altura de Oaxaca. El sabor me pareció exquisito, sin embargo, era un cappuccino con disfraz de latte.

La carta de alimentos muestra una variedad de ensaladas, pastas y sopas de la gastronomía mediterránea. Las estrellas indiscutibles son los sándwiches y las hamburguesas, cuya altura seguramente ya ha sido instagrameada varias veces. Estos dos se sirven acompañados de una ensalada o papas a la francesa hechas al minuto.

Al final, la cuenta me hizo salir del estado zen que la hostess promovía con otra varita de incienso. Nada que una visita obligada al deli de Café O, donde impera el olor a pan, no hiciera olvidar.

  • Cafés
  • Roma

Bajo la custodia de lo que podía ser un hipogrifo salido de un bestiario medieval, los tonos tierra y distintas gamas de verde delinean la fachada del café Constela, la nueva cafetería en la Roma - la de los recuerdos de Cuarón-. Sus grandes ventanales lo separan del asfalto donde se encuentran la calle de Jalapa con Colima, y sus brillantes luces contrastan con la fachada Art decó vecina que pone en evidencia la tradición arquitectónica del barrio.

A finales de agosto de 2021, Constela comenzó a abrirse paso entre la fuerte propuesta culinaria de la zona con la promesa de "hacer tu café de especialidad realidad".

Su carta se fragmenta entre cafés, brew bar, panadería, ensaladas, bowls, sándwiches y toasts. Lo primero en llamar mi atención con ingredientes como dátiles, almendras, avellanas y jocoque fueron las ensaladas, la de kale frita con avellanas tostadas, queso parmesano y vinagreta de limón amarillo es una buena referencia del equilibrio entre sus sabores.

A pesar de que una promesa fundamental del café es la especialidad, hay muy poca referencia en torno al origen de su café y solo se menciona el nombre del estado -Veracruz y Oaxaca-, sin profundizar en fincas, productores, procesos y métodos.

Para este estilo de café o lo que denominan brew bar, proponen la infusión en sifón japonés, Chemex, prensa francesa, Drip, V60 y Aeropress, sin embargo, no teniendo contexto de la complejidad del grano y el abanico de sabores puede expresar a partir de cada método, es complicado decidir.

Por otro lado, el capuchino defiende la técnica y las marcadas notas de nueces provenientes de la mezcla del espresso con la leche son una apuesta segura.

Custodiado por dos grandes árboles que dan sombra a sus mesas exteriores la mayor parte del día, Constela es un espacio tranquilo para trabajar. No importa si prefieres los espacios interiores, siempre puedes ir acompañado por tu mascota. Es el lugar donde el silencio solo se rompe por cubiertos, platos y las conversaciones de los comensales, en gran medida extranjeros.

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Nayeli Estrada (@sargenta.pimienta)

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  • Cafés
  • Satélite
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Cualquiera se acomoda en su iluminada terraza durante la mañana y la tarde, donde hay plantas colgantes, flores y manteles blancos. En la parte interior el suspiro es un poco más retro y rústico; toda la experiencia de Alessa te induce en una especie de sopor relajante porque te sientes en una casa de la campiña europea.

  • Cafés
  • Condesa
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Tranquilidad es lo que se puede percibir en el Quentin de Ámsterdam 67A, es justo lo que necesitas para salir del ruido de la ciudad por un buen rato. Si te adentras más pasarás por un pasillo de concreto y estrecho que te conduce a la parte trasera del lugar decorado con plantas y muebles de color marrón.

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  • Tiendas gourmet
  • Polanco
  • precio 3 de 4

Panadería, repostería, cava de vinos, tienda gourmet y restaurante; aquí no se quisieron quedar cortos en opciones.

La panadería es artesanal. Todos los días se enciende el horno para que las baguettes de aceitunas, el pan campirano, los chocolatines y los croissants puedan estar listos para la apertura.

Prueba las sorpresas de la repostería del chef Pablo Carrera, como el panqué de plátano con helado de vainilla natural: el azúcar correrá de inmediato por tus venas. Puedes encontrar la clásica tarta de frutas o un postre que imita a un Bubulubu, pero sólo en el nombre, porque de alguna manera lograron mejorarlo. 

Lo que seguramente llamará tu atención son las donas. Aquí son más gruesas que de costumbre, con colores brillantes e ingredientes que no hubieras pensado comer con este pan. ¿Qué haces si se te antoja un crème brûlée y una dona?, la respuesta es Catamundi, aquí te tienen lista la dona que también lleva caramelo quemado. Si alguna vez imaginaste una dona de tocino o una de gin tonic rellena de lemon curd, ven al lugar indicado. De acuerdo con la temporada, se presentan diferentes tipos de donas. En octubre, por ejemplo, preparan la de pan de muerto y, sí, viene rellena de nata. Pregunta por las bebidas y los cafés recién hechos. Si vas en otoño, es muy posible que tengas oportunidad de probar el latte de calabaza en tacha. Cualquier otra época del año está el tarro de frutos rojos, con crema batida y crumble de galleta: un boleto sencillo y sin retorno a la felicidad glotona. 

Tienes varios pasillos que recorrer de su tienda gourmet. Hay mermeladas, como la de piña, romero y vainilla (excelente), también hay embutidos, quesos nacionales e importados, bebidas nutritivas y cervezas, como la norteña Cucapah. Sin olvidar los regalos, galletas y canastas surtidas para que lleves de todo.  

El vino es otro tema. Tienen una gran variedad de selecciones nacionales, especialmente de Baja California, pero si prefieres otras regiones vinícolas, llévate alguno del viejo continente. La ventaja es que aquí puedes preguntarle lo que quieras a la sommelier para no errar.

Hablar del menú de Catamundi puede ser complicado porque el chef Carrera, a cargo de la cocina, cambia los platillos cada temporada. Desde un ztrozapetti al pesto de pistache (pasta), un golpe de sabores al óleo; hasta el tazón de ramen con fideos caseros, con un poco de cielo, mar y tierra en un sólo tazón. Sopas, currys, hamburguesas jugosas y ensaladas con mariscos: Carrera lo pensó muy bien al cambiar el anzuelo cada cuanto con carnada que a los comensales nos hace volar el hambre.

A pesar de que no es exagerada, la presentación de cada platillo te asombrará tanto que te costará meter tu cuchara. Cada elemento aporta un color y una textura diferente. Cuando lo pruebas ya tienes otro boleto en la mano, los sabores están dispuestos a seducirte. Lo ideal es que preguntes por el chef en tu visita para que te cuente con lujo de detalles el porqué de cada ingrediente.

Todos los productos de Catamundi están bien pensados, definitivamente no es la tienda gourmet tradicional (a veces sangrona) y seguro lo sentirás al visitarlo. 

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