Probablemente el restaurante vegetariano más tradicional de la ciudad, Yug ocupa la planta baja de un edificio de Mario Pani desde 1963. Sus dueños fueron de los primeros vegetarianos en el país que experimentaron para conseguir los sabores mexicanos clásicos sin carne. La pintura descarapelada en las paredes es como un trofeo que el tiempo le reconoce al restaurante.
Diario tienen un menú corrido y un buffet por menos de cien pesos además de las opciones a la carta. Nuestros favoritos: los tacos al pastor, la hamburguesa de soya y las carnitas. Los platillos en general son clásicos caseros como milanesa o spaghetti a la boloñesa. De tomar hay aguas del día de sabores como guanábana o mango y cerveza sin alcohol.
Entre semana la clientela es una mezcla de vegetarianos de la vieja escuela y oficinistas de la Juárez que van solos, por lo que puedes decir “mesa para uno” sin pena. Además tienen una panadería famosa y paquetes muy atractivos para el bolsillo ligero, como el buffet o el de café y crepa por 45 pesos.