Después de llegar a México en 1947, Fritz Brack abrió un restaurante que sirviera las especialidades de su país natal, Alemania. Su gentilicio se vio reflejado en la maestría del local al preparar riñones estofados bañados en salsa de vino tinto y las wursts (salchichas alemanas).
Cuentan con cinco tipos de éstas, y puedes pedirlas fritas o al vapor. Recomendamos la krakauer frita: 320 gramos de carne de res, cerdo y ternera sazonada con semilla de mostaza; con guarniciones como sauerkraut y papas.
Además, ofrecen más de 90 tipos de cervezas de países como Alemania, Bélgica, Estados Unidos y México. Por las tardes hay música en vivo, en invierno preparan cervezas calientes para el frío y en Oktoberfest, por supuesto, celebran a lo grande.