Uno sale de Polanco y entra a Japón. Así se siente la atmósfera de este restaurante en Torcuato Tasso.
A la una de la tarde entre semana, se escucha incluso el sorber de tallarines que hacen algunos japoneses que trabajan por la zona. La carta ofrece opciones para todos los paladares, desde los más exigentes y conocedores hasta para quienes aún se asustan por ver pescado crudo sobre sus platos.
Tan relajado y pacífico es el ambiente de este pequeño restaurante con apenas siete mesas en el interior, tres fuera y dos planchas de tepanyaki, que uno puede tomarse el tiempo de revisar a detalle la carta que incluye ramen, arroces, sopas, sashimis, sushis y el tradicional shabu-shabu. Vale la pena dejarse sorprender por un platillo de atún fresco con especias sobre una cama de arroz blanco, se llama Karazumaa y es una explosión de sabor y frescura al primer bocado.