A todo capitalino le ha llegado esa cadena de correo –antes de la existencia del blog- con imágenes de un matadero de perros encontrado a un costado de esta taquería. Mucho escándalo, pero ni los artistas que se presumen en las paredes han sabido desmentir el rumor. Ni se necesita. Si vives en las montañas y no sabes ni distinguir el ron que te sirvieron en la civilización, éntrale sin miedo al suadero y al pastor.