Posiblemente después de las taquerías, pizzerías y hamburgueserías, la siguiente comida genérica más popular en esta ciudad es el sushi, y los restaurantes japoneses son una opción relativamente común de comida, muy por encima en popularidad incluso que comidas como la francesa o la china… sin embargo, esto no siempre fue así: el menú japonés solamente empezó a ser popular hasta finales de los 80 (de ahí, probablemente, que casi todos los restaurantes de este tipo de comida aún ahora abusen de esa estética de videobar ochentero). Pero muchos años antes, desde 1971, ya había Daikoku en la ciudad de México. Más de 40 años de educar el paladar de toda una ciudad merece todo nuestro respeto.
El local que ahora nos ocupa, enclavado en la colonia Cuauhtémoc, muestra ya los años que le pesan en su decoración, y sin embargo, esos mismos años le favorecen en la oferta de su menú: posiblemente los mejores nigiris de la ciudad se ofrezcan aquí. Ingredientes frescos y bien seleccionados, sobre camitas de arroz que no se deshace más que en la boca. El menú es vasto y, como suele ocurrir, un tanto indescifrable para quien no esté habituado a las delicias del sol naciente. El mejor consejo lo da el azar: pide sin saber qué pides, en una actitud abierta a internarse en un territorio intrincado, sofisticado y totalmente lejano a la gama de sabores mexicanos (por más que en los sushis cada vez sea más frecuente hallar chilitos toreados).
La garantía, como siempre en este tipo de lugares, es ver en las otras mesas a grupos de japoneses comiendo con convicción y algo de nostalgia, los platillos de su tierra.