Este reducido local al lado del Falafelito es uno de los pocos lugares donde el chai es natural y no usan ningún polvo.
Fui con mucha expectativa porque aquí preparan el chai con lemon grass, en lugar de té negro, para que tenga menos teína.
Al probarlo, me sorprendió una mezcla de toques cítricos del té verde y la combinación del cardamomo, el jengibre, el clavo y la canela con la leche de soya ligeramente dulce. Después del primer trago sentirás un alivio y no querrás que se acabe. Por si fuera poco, es buenísimo para contrarrestar el dolor de garganta o los malestares iniciales de la gripa.
Para acompañarlo puedes pedir un pastel de zanahoria con frutillas o, aún mejor, una bebida tradicional llamada lassi, con base de yogur y frutas naturales, como zarzamora, fresa, higo, plátano o frambuesa. Un básico para todo amante del chai.