Este lugar es un secretito escondido en el ochenterísimo y primer mall de esta zona, el Centro Comercial Interlomas. Su menú rompe con el de otras cadenas de cafeterías ya bastante choteadas, en las que ordenar es como un trámite sin mayores sorpresas.
Desde que llegas al estacionamiento de esta plaza verás a pubertos y señoras pasar con los recipientes de este local en las manos. Su logo es una ilustración de un árbol deshojado. Al llegar al local, lo mejor es pedir al personal que te orienten según tus gustos, pues en verdad lo hacen muy bien. El menú tienen una gran variedad de combinaciones que están organizadas en cuatro grupos: tés tradicionales a partir de especias, frutas, malteadas o cafés. Casi todas pueden ser calientes, frías o frappé, y pueden ir acompañadas de pedacitos de gelatina de diversos sabores, o de perlas de tapioca que al acompañar al té lo convierten en black pearl tea. Todos estos ingredientes dan una influencia china al lugar, ya que el concepto es originario de Taiwán.
En una lista aparte hay un té chai que jurarías tiene un toque de lavanda por su aroma y sabor, pero está preparado a partir de una misteriosa raíz del mismo color y que le da su nombre: chai taro, de consistencia cremosa, pero ligera, al igual que la mezcla de coco y vainilla que lo acompaña. Sobresale también el Acapulco coconut, que tiene un sabor dulce sin ser para nada empalagoso. Para los que no son tan aventureros, el té chai tradicional también es muy recomendable y para los fanáticos de los tés frutales, hay combinaciones interesantes como la de Rasputin raspberry, con frambuesa y lychee.
Cassava Roots es una buena opción para probar algo divertido y diferente mientras esperas para entrar a la función de cine o para llevar mientras chismoseas por ahí. Aunque la decoración y el servicio son muy buenos, muy pocas personas se quedan a tomarlo en las mesas. Si tienes hambre te recomendamos el panini de cuatro quesos, pero lo que te hará regresar son sus bebidas y las múltiples posibilidades de combinar sus sabores.