Los propietarios y chefs vienen de India y desde algunas mesas hay una vista privilegiada hacia la Plaza de la Constitución. Además de este panorama ecléctico el inesperado restaurante de comida india en el mezzanine del Portal de Mercaderes –la entrada está a un lado de la sombrerería Tardan– ofrece un ambiente verdaderamente genuino, y esto a veces significa pringoso o torpemente atendido, pero también pagable. No hay que esperar un restaurante de lujo, pero sí una experiencia de lujo.
Por qué visitarlo: por la vista al Zócalo, porque el bufet para niños cuesta sólo $65 pesos y porque por fin alguien entendió que la comida asiática no tiene por qué ser costosa.
Detalle imperdible: el Vegetable Pakoora, ideal para vegetarianos.