Este lugar opera bajo el concepto all day petit déjeneur, es decir, hay desayunos todo el día. El interior te transporta a una casa en la campiña francesa, cortando de tajo con el ritmo citadino. La decoración es impecable, cada rincón de la casa está cuidado con detalles como antigüedades o mobiliario, hecho por los socios Claudia García y Daniel Feher. Todo se encuentra a la venta.
Tienen un servicio de diseño de interiores y venta de muebles a través de su otra unidad de negocio: Weekends, un firma de interiorismo y diseño de mobiliario que te permite tener en casa tu propio rincón de domingo perfecto.
Para los antojos de brunch dominical te recomendamos la quiche de portobello con tocino o los tradicionales huevos benedictinos. Si quieres algo más sustancioso, el menú tiene platos fuertes como pastas o ensaladas. Las mañanas (o tardes) soleadas se disfrutan en el patio con un pain au chocolat acompañado de un jugo de frutos rojos. El servicio es lento, pero no se siente gracias a la agradable atmósfera del lugar, lo que permite que disfrutes tranquilamente de tu desayuno.