Gay y lésbico
Lo que sabemos del regreso de La Purísima
No sabemos cuándo regresaremos a visitar los antros y bares LGBTTTI, pero lo que sí sabemos es que cuando eso suceda, La Puri te recibirá...
En todo el mundo, en los últimos 12 meses, las actividades no esenciales han modificado su ritmo de una forma nunca antes vista: primero, pausas drásticas para reducir el número de contagios de COVID-19; luego, aperturas limitadas a 30% del total de la capacidad de los establecimientos; después, una nueva suspensión de servicios, y sí, para cuando vuelvan abrir, otra vez será con aforos limitados.
Estas medidas urgentes y necesarias para salvar más vidas, no están exentas de efectos secundarios, especialmente en el sector económico. Sin apoyos gubernamentales, navegar
por esos drásticos cambios ponen a tambalear a todo tipo de embarcación sin importar su tamaño, pero sí golpea más a los más pequeños, incluso ha derribado a varios.
En España, por ejemplo, un estudio realizado por el Consello da Cultura Galega situó al teatro como el sector cultural más afectado por la pandemia —78% de las empresas vieron mermada su facturación por más de 75%—. En el caso de nuestro país el panorama no es distinto para las artes escénicas, especialmente en el caso de las compañías independientes: de acuerdo con El País, más de 300 espacios no comerciales estaban en riesgo de desaparecer, tan solo considerando las cifras hasta agosto del año pasado.
Para cuando se anunció el regreso al semáforo rojo en el Estado de México y la CDMX, en diciembre de 2020 y cuya vigencia se tenía programada hasta el día 10 de este mes (aunque ahora sabemos que se prolongará), la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) afirmó que ocho de cada 10 restauranteros quebrarían antes de que terminara el año. Esto se traduce a 122 mil restaurantes cerrados definitivamente y a la pérdida de 450 mil empleos en el sector restaurantero.
El escenario podría no ser el más optimista, pero estamos seguros de que este 2021 mejorará. Por eso, nos acercamos a líderes de distintas áreas del entretenimiento y cultura en nuestra ciudad, para escucharlos, saber cómo perciben el panorama, qué soluciones consideran más urgentes y viables, y también de qué forma nosotros como comunidad podemos sumarnos para aportar a la solución. ¡Vamos a salir!
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