Escuchar el sonido de las hélices y ver como desde lo alto un helicóptero se mantiene en el aire, volando gracias a ti. Para muchas ha sido un sueño y para algunas afortunadas una realidad. Una mujer que logra elevarse por los cielos y pilotar es una verdadera inspiración y como un gran ejemplo tenemos a la mexicana Talía Santiago Araujo, quien tiene una gran pasión por los helicópteros y nos contó su historia.
Recomendado: Ellas al mando: Mujeres que nos mueven en CDMX.
¿Desde cuándo sabías que querías ser piloto?
Mi papá es piloto, toda mi vida estuve rodeada de aviones pero no era algo que me llamara tanto la atención. Sin embargo, cuando perdí mis exámenes para la universidad, mis padres me ofrecieron la oportunidad de estudiar la carrera de piloto y la tomé. Mi instructor fue quien me enseñó a amar a los helicópteros, una vez que me subí uno dije “de aquí soy y no me bajan”.
¿Cómo fuiste construyendo tu carrera?
Fue muy lento mi camino. Cuando empecé fue difícil, como en todas las carreras a la hora de pedir empleo te piden experiencia, y en este caso te encuentras con la adversidad de que te piden horas de vuelo. Además en algunos lugares me pedían firmar una cláusula para no embarazarme y otros decían literalmente que no querían mujeres en su empresa.Fue en un momento muy crítico de mi vida porque mientras estaba en búsqueda de empleo mi hermano tuvo un accidente aéreo fatal en el que falleció, y justamente al día siguiente me hablaron para darme empleo como copiloto. Ha sido de las decisiones más fuertes de mi vida, muchas personas pensaron que yo iba a renunciar por las condiciones en que mi hermano había muerto, y más bien dije “no, no lo voy a dejar” y a partir de allí estuve siete años a lado de este piloto que me dió mi primera oportunidad y me enseñó tanto.
¿En qué área ejerces tu pilotaje actualmente?
Trabajo en las plataformas petroleras de la zona del Golfo de México. Trasladamos en helicóptero a todo el personal de Pemex desde Ciudad del Carmen. Es impresionante porque es una ciudad en el agua. La sensación de pilotar es indescriptible, es lo mejor que me puede pasar, me encanta estar en el cielo, ver los paisajes, las cascadas y los lugares remotos. Ahora que trabajo en las fuentes de PEMEX adoro ver los amaneceres, los atardeceres, la lluvia, los arcoíris, de verdad tengo una vista privilegiada.
¿Cuál sería tu mensaje para las niñas que desean ser pilotos en el futuro?
Como cualquier camino va haber baches pero solo son pequeños retrasos en tu carrera y cosas desde las cuales puedes aprender. Las satisfacciones y todo lo que venga va a ser mucho más grande y gratificante. Desgraciadamente vas a encontrar personas que te van decir que no puedes, pero solo es su miedo hablando porque las mujeres somos muy capaces. A pesar de lo que digan los demás es importante siempre confiar en una misma, confiar en lo que tú eres como persona y en lo que puedes llegar a ser, nunca dudar de ti y creer en tu voz interior.