Rusia en la CDMX

En esta casa vivió el revolucionario ruso León Trotsky, quien llegó a México en 1937 tras recibir asilo político cuando era perseguido por el régimen estalinista. Encontrarás cartas, fotografías de su familiar, así como artículos personales. Sus cenizas están resguardadas en una estela funeraria diseñada por Juan O’Gorman en el patio del museo.

El restaurante ruso más famoso de la ciudad ya tiene una sucursal en Av. Universidad 538, en la colonia Letrán Valle, pero este que da a la Alameda de Santa María la Ribera tiene más encanto. Los fines de semana es una buena idea llegar antes de las 2pm para alcanzar lugar. Hay que dejarse enamorar por los platillos, simplones, calientitos, casi rurales, así como prestarle atención al televisor que emite videos musicales de Rusia. Detalle imperdible: si compras 10 empanadas te regalan el refresco.

Es liderada por el Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Cirilo I de Moscú, que a su vez está en comunión con 14 patriarcas de otras iglesias ortodoxas. Fue fundada en 2007 por el Archimandrita Nektariy para los habitantes creyentes ortodoxos de la antigua Unión Soviética. Llevan el ciclo litúrgico de un monasterio ruso común, se habla el idioma de la Iglesia Eslava y a veces español. Celebran las fiestas de Pascua, Navidad, la Máslenitsa y liturgia dominical. Si quieres visitar el lugar, te recomendamos llamar previamente.

La organización Centro Cultural Casa Rusia-México A.C. se fundó en 2013 con el objetivo de difundir la cultura eslava, rusa y mexicana a través de la educación. Se encuentran en la San Miguel Chapultepec y ofrecen cursos de lengua rusa, español e inglés para extranjeros, clases de música, canto, pintura, gastronomía, artesanía, literatura y arte. Ocasionalmente organizan tardes de música en vivo y en el Club de Conversación los participantes hablan en ruso y español.

Los vecinos de las colonias Roma y Doctores han disfrutado durante mucho tiempo de este espacio urbano. En el Jardín Pushkin (anteriormente llamado Jesús Urueta), ubicado en la avenida Cuauhtémoc, puedes disfrutar de un buen libro de poesía, patinar, dar un paseo con tu familia o tu mascota. El parque recibe su nombre por el famoso poeta ruso Alexander Pushkin, quien fue uno de los grandes del movimiento romántico ruso, junto con Dostoyevski, Tolstoi y Gogol. El busto que se encuentra en el parque fue un regalo del gobierno ruso, en ese entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, a México. 

La historia de este edificio comenzó en los siglos XVIII y XIX, cuando el pueblo de Tacubaya se codeaba de lujosas casas, fincas y jardines. En ese entonces existía la Hacienda de Santa Catarina de Arenal, una casona construida en 1610 por Juan Hernández Mellado y comprada en 1704 por el Conde de Miravalle. Después de tener diferentes dueños, la casa fue adquirida en 1942 por la Embajada de la URSS, ahora la Embajada de la Federación de Rusia.

Una de las disciplinas más estrictas por la constante búsqueda de la belleza, perfección y precisión en cada uno de los movimientos que requiere es el arte de hacer un buen café. ¿La segunda? El ballet. La unión de estas dos dio origen a Café Bolshoi. La prima ballerina es el latte pistachov, cuya figura es un poco más robusta que la de la bailarina promedio pero es ahí donde empieza su atractivo. El nombre lo recibe debido al toque de polvo de pistache que le agrega un saborcito semilloso. “Bolshoi”, la palabra rusa que define a lo grande, es quizás unas tallas mayor que este pequeño café y el resto de su menú. 

Desde Eisenstein y hasta Tarkovsky, la academia Rusa también ofrece un extenso panorama en cuanto al arte y la cinematografía. Lleva 18 años formando cineastas y actores a través de programas educativos que involucran filosofía, literatura e historia. Ofrece dos carreras: Actuación, con un método basado en el modelo ruso de actuación de Konstantin Stanislavski (cofundador del Teatro de Arte en Moscú); y Arte cinematográfico.