Autos, velocidad, adrenalina, el piloto mexicano y una impresionante cantidad de gente emocionada por ver los monoplazas pasando por la curva 15 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Así vivimos el fin de semana del Gran Premio de la ciudad de México, traído por Heineken.
La Fórmula 1 reunió 404,958 asistentes del 25 al 27 de octubre, superando el récord establecido el año pasado. La gran mayoría de aficionados iban con playeras y gorras de su escudería favorita o alusivas a Checo. Otros inclusive cargaban pósters y estampitas con la imagen del piloto santificado. Aunque destacamos la Heineken fría, pero de verdad helada, era servida con CO2 una exclusiva tecnología de la marca para mantener tu cerveza a temperatura ideal.
Por segundo año consecutivo, el tapatío sufrió en el circuito mexicano. En la primera práctica, Pérez finalizó en décima posición, en la segunda en noveno y en la tercera en decimocuarto lugar. Durante la clasificación fue eliminado en la Q1, lo que lo llevó a iniciar la carrera en el puesto 18. Mientras que, el Gran Premio de México lo terminó en el lugar 17, solo porque Fernando Alonso, Alexander Albon y Yuki Tsunoda abandonaron la competencia.
Durante las sesiones hubo varios problemas mecánicos, reclamos hacia la Federación Internacional del Automóvil (FIA) por los criterios de las sanciones e inclusive, roces con otros pilotos —Liam Lawson—. De cualquier manera, la afición mexicana es leal al piloto de Red Bull y no pararon los gritos de apoyo en las gradas, incluyendo la icónica frase: “Never give up, Checo”. En el paddock las cosas no fueron diferentes y los fanáticos del automovilismo —de todas las edades— recibieron a Pérez con aplausos y buenas vibras al finalizar la carrera.
Heineken y el consumo responsable
La marca se hizo presente en la F1 con sus centros de consumo donde la gente podía refrescarse de manera constante y conseguir su cerveza siempre fría, para los pilotos inteligentes hubo opción de beber Heineken 0.0 y para los amantes de Checo un museo dedicado al piloto. Todo era jubilo y fiesta, mientras que los asistentes al museo podían llevarse una selfie virtual con la figura que aparecía en las pantallas. Muchas y muchos disfrutamos los tres días de fiesta y adrenalina con nuestra cerveza favorita.
La pasión por la Fórmula 1 en México
También destacaron toda clase de souvenirs; sudaderas con logos y estampados grandes, llaveros en forma de llanta, pósters y gorras. Un ambiente muy colorido que se complementó con la decoración de Día de Muertos en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
No hubo bloques de color ni rivalidades. En las gradas y el paddock los fans estuvieron juntos bailando, jugando y echando porras, mientras disfrutaban una Heineken helada ¡Eso es el deporte motor en México!
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