¿Qué es el amor propio y cómo trabajarlo?

Por décadas se ha hablado del autoestima, de lo importante que es trabajarla día a día y de cómo nos afecta cuando baja esa estima hacia nosotros mismos. En los últimos años, un nuevo concepto ha cobrado popularidad en medios de comunicación, redes sociales y discursos de figuras públicas: amor propio. Si bien ambos términos suenan muy similares, debes saber que en realidad son distintos, y los dos merecen su espacio y cuidado.

Incluso la Real Academia de la Lengua Española (RAE, para los cuates) hace la diferenciación. Autoestima lo define como la valoración generalmente positiva de sí mismo; mientras que al amor propio lo  escribe como el amor que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio.

En términos psicológicos la distinción es un tanto más profunda. “El autoestima es esa característica, el aprecio o hasta esa consideración que uno tiene acerca de sí mismo. Y es todo un conjunto: de pensamientos, de evaluaciones, de sentimientos, hasta de nuestras propias percepciones, que finalmente están dirigidas hacia lo que nosotros somos. Tratando de resumirlo, es esa percepción que puedes tener de ti, como un juicio positivo o negativo”, explica Madahí Palma, doctora en psicología y neurociencias.

Por su parte, el amor propio es un tanto más complejo y tiene como columna vertebral el autoconocimiento. “Desde ahí tú puedas identificar cuáles son tus necesidades y cuáles son tus deseos, porque hay diferencia entre ambos términos”, explica la doctora. “Implica que te  conoces bastante bien y que, independientemente de muchos de los miedos que puedas tener, frenos, ideas negativas o cosas que no estén tan bien establecidas o calificadas como positivas, tú tienes la capacidad madura de saber que a pesar de como estén las cosas, vas a estar bien”. 

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Así que el amor propio también está relacionado al amor maduro. Esto quiere decir que va más allá de verte al espejo y decir lo bien que te ves; “eso se diluye, (el amor propio) viene de un poco más atrás, del conocimiento de sí mismo o de sí misma”, detalla Madahí. Aunque eso no quiere decir que el aprecio que tengas hacia tu cuerpo estará en segundo plano. “Significa que no vas a pasar por alto tus defectos, al contrario, estás muy consciente de ellos y de ahí puedes ir mejorando, si esa es tu intención”.

Y quizá como último elemento para comprender este concepto, hay que hablar de la  aloración, de los aspectos que no son negociables para ti. “Es tener muy claro qué es todo aquello que, por amor propio, tú no le permitirías a alguien más; ya sea pareja, familiares, hijos, relaciones laborales e incluso a ti mismo. (...) Es poner límites, basándoteen la línea de tu bienestar”, detalla Madahí. 

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