En una casa que data de los años cincuenta en Las Lomas, nace el nuevo coworking de Público. Sin opacar el estilo colonial-español de una construcción típica de esa zona, el diseño contemporáneo de la nueva sede se abre paso.
En su sexto espacio, los fundadores de Público Coworking —Emilio, Andrés y Alfonso— siguen apostando por intervención (y no destrucción) de los edificios en los que se asientan, lo que da como resultado un diseño único que responde a necesidades vigentes sin perder valor histórico.
El arquitecto Alfonso López Velarde está seguro que las personas pueden encontrar dentro del edificio un espacio diferente acorde a cada necesidad. Además de contar con diversas atmósferas, tienen espacios que se prestan para distintas funciones como despachos privados, escritorios de coworking, sala de juntas, áreas comunes, comedor y un auditorio con capacidad de 80 personas.
“La dualidad entre lo preservado y lo nuevo”, como lo describe López Velarde, comienza desde la fachada y se extienden por todo el interior. Los detalles artesanales dan cuenta del diseño anterior, mientras que la inclusión de características sustentables como fuentes de luz natural y ventilación pasiva son registro de lo actual. Ambos aspectos en conjunto funcionan y forman un ambiente singular.
El arquitecto resalta en el diseño la inclusión de aspectos nacionales como el mármol y maderas que apoyan a la identidad local.
La experiencia multisensorial que caracteriza a esta propuesta se encuentra en la música producida por acetatos que te recibe en el primer piso, por las entradas de luz natural que iluminan la construcción, por los aromas y por una distribución espacial amena en cada rincón. Con estos elementos Público reafirma que los espacios de trabajo deben ser confortables y acogedores con miras hacia lo cultural.
Asimismo no se limita a un lugar de renta, trabajar en Público te permite tener acceso frecuente a eventos culturales. La curaduría de eventos se hace acorde a sus clientes, así es como tienen una programación de pláticas, talleres, conferencias y sesiones de foto encaminadas al arte, diseño y arquitectura.
Ante la pandemia, decidieron tomar algunas precauciones. Tal como comenta Alfonso Velarde, el edificio está construido con características que coincidentemente resultan necesarias y acordes con las medidas de prevención dentro de espacios cerrados. Además de esto, decidieron digitalizar procedimientos de acceso y uso de oficinas a la vez que implementan las medidas básicas.
Los espacios de trabajo por sí solos son una buena razón para decidir convivir y desarrollar ideas en este coworking, pero la vista 360° que ofrece el séptimo piso puede ser lo que necesitas para decidirte por él. Los costos van desde $4,900 para áreas individuales de trabajo compartidas a $10,500 para despachos privados.