¿Prohíben grasas trans en México? La venta de papas, galletas y helado se va a restringir en 2023

Por unanimidad, con 472 votos a favor, la Cámara de Diputados aprueba una regulación muy estricta a las grasas trans en México. Ahora, prácticamente están prohibidas. Te contamos.

Con la aprobación del dictamen se añade el artículo 216 Bis a la Ley General de Salud y una cláusula que explícitamente dice que “los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas” no pueden contener más de dos partes de grasas trans, por cada 100 de grasa normal. Pero, ¿qué significa esto?

Las grasas trans, también conocidas como aceites parcialmente hidrogenados, se utilizan para fabricar pasteles, galletas, palomitas para microondas, papas fritas, helados y margarina —en sustitución de la mantequilla—. Este tipo de grasas se acumulan, bloqueando las arterias y elevando el riesgo de cardiopatías y eventos cerebrovasculares, así como de padecer diabetes. Estudios en México indican que el uso de grasas trans provoca cerca de 20 mil muertes al año. Todas ellas, prevenibles con alternativas de alimentación saludables.

¿Cuáles son los siguientes pasos para restringir las grasas trans en México?

A partir del 24 de marzo, que se publicó el decreto en el Diario Oficial de la Federación, la industria alimentaria en México tiene un plazo de seis meses para aplicar cambios y regular las grasas trans en la producción.

Es necesario mencionar que el proceso requiere de la participación no solo de la industria, sino del gobierno y de la ciudadanía. Por tal motivo, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que también se va a implementar una estrategia de etiquetado especial.

¿Cómo garantizar el cumplimiento del decreto?

Como se mencionó anteriormente, para lograr el cambio se necesitan esfuerzos conjuntos. La regulación a las grasas trans necesita tomar un camino diferente al de la Ley General para el Control del Tabaco. ¿La gente ha dejado de fumar en las calles? No. ¿En eventos masivos? Tampoco.

Concientizar sobre el impacto del consumo de alimentos industrializados e involucrar a varios organismos de salud pública, es un buen comienzo.

Recomendado: No te espantes, habrá simulacro y sonará la alerta sísmica en la CDMX