La Plaza de Santo Domingo es conocida por la actividad ilícita de falsificación de documentos, sin embargo, este lugar alberga entre sus calles una gran cantidad de edificios históricos y buenas propuestas de gastronomía mexicana.
Ubicada a tres cuadras del Zócalo capitalino, entre las calles de República de Brasil, República de Cuba y Belisario Domínguez, Santo Domingo es la segunda plazoleta más importante de la Ciudad de México.
Se construyó durante el siglo XVI por frailes dominicos, los cuales se establecieron en esta zona para dar inicio a la edificación del Templo que lleva el mismo nombre.
La explanada se encuentra rodeada de diversos edificios que enmarcan el transcurso de la historia de México. Inmuebles como: La Iglesia de Santo Domingo, el ex Palacio de la Santa Inquisición ahora Museo de la Medicina, el Antiguo Edificio de Aduanas y La Hostería de Santo Domingo, lugares imperdibles en la visita de la zona.
Santo Domingo es reconocido por sus famosos portales, que fueron construidos por los evangelistas, con el objetivo de ofrecer los servicios de escribano a personas que requerían redacción de todo tipo de documentos.
Si lo que buscas es la impresión de invitaciones, facturas o flyers este lugar es el indicado. Los escribanos se han convertido en coyotes que abundan por la zona y ofrecen la reproducción de documentación falsa de cualquier tipo, así que se debe tener cuidado.
Mientras recorres los portales y los cajones de imprenta, es probable que tu paladar empiece a salivar, ya que dentro de la zona existen una serie de puestos con antojitos y restaurantes que se adaptan a tu presupuesto.
Un restaurante imperdible de la zona es La Hostería de Santo Domingo. Con más de 140 años de tradición culinaria mexicana, es uno de los lugares emblemáticos de la CDMX y ofrece chiles en nogada todo el año.
Si lo que quieres es darte un gusto garnachero, te recomendamos que pruebes las quesadillas, huaraches y gorditas de Doña Mary, ubicadas en la esquina de la calle de Republica de Cuba. Por $50 puedes disfrutar de los sabores característicos de la ciudad. El huitlacohe, la flor de calabaza, los frijoles y la salsa verde, son una combinación excepcional.
No te puedes ir de Santo Domingo sin visitar El Centro Cultural del México Contemporáneo, ubicado en el Antiguo Claustro de los Generales a un costado de la iglesia. Es un recinto en el cual la promoción y difusión de expresiones culturales para el aprendizaje colectivo se hacen presentes. Cuenta con salas de exposición, biblioteca, actividades teatrales, musicales y presentaciones de libros.
Después de tanto caminar y visitar los rincones históricos, culturales y recreativos un momento de relajación no te caería mal. En medio de la plaza principal hay un par de señoras que por $60 ofrecen masajes sobre hombros, cabeza, cuello y cara para quitar el estrés.
Más allá del Zócalo, la plaza de Santo Domingo es la opción para recorrer a pie las calles de la ciudad, comer algo diferente, conocer la historia de México y visitar lugares con nuevas propuestas culturales.