Publicidad
La Cineteca Nacional guarda historia en todo sentido, empezando por su programación, de la que destacan sus tradicoinales Muestra Internacional de Cine, el Foro y festivales, como el de Masacre en Xoco con su horror en épocas decembrinas, ¡nada mal! Además de su acervo, la Cineteca Nacional es toda una caja de anécdotas.
Se conserva céntrica para Coyoacán, en la misma medida que esta villa colonial conserva la traza que la vio nacer después de la conquista de Tenochtitlán. Su vida y dinamismo no tienen comparación. La diversidad de sus ocupantes incluye músicos, mimos, pintores, puestos de churros y chicharrones, parejas de enamorados, turistas y gitanas región cuatro.
Publicidad
La Fonoteca tiene cilindros de cera, cintas de carrete abierto, todo tipo de formatos digitales, dats, casetes y una serie de documentos sonoros que forman parte de nuestra riqueza cultural. Han rescatado muchas colecciones que se encontraban en peligro de desaparecer por estar en condiciones de temperatura y de humedad poco adecuadas.
Una palabra: chocolatín. Es lo que quedará en tu memoria a largo plazo después de visitar esta panadería. Definitivamente, Coyoacán tiene el ambiente relajado y casero que buscamos para tomar el café. Bella Rafaella no es ninguna excepción: es pequeño y tiene un vidrio para que veas cómo el panadero prepara y hornea, el calor y el aroma de los hornos invade, de manera reconfortante, todo el local.
Publicidad
Un lugar que vale la pena ser visitado por dos buenas razones: se trata de una joya arquitectónica que alojó al Convento de Churubusco en el siglo XVI y desde 1981 alberga al Museo Nacional de las Intervenciones, con una museografía didáctica que muestra de forma paralela dos historias: la de la defensa de la nación en contra de las intervenciones extranjeras y la de la construcción de la República.
En el muro derecho del lobby del edificio colonial que albergó al que fuera el primer museo de nuestro país (Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia) se aprecia el mural La revolución, de Rufino Tamayo.
Publicidad
Lo que hace particular a este museo es que fue la casa donde nació, vivió y murió Frida Kahlo. Cuando uno entra a la Casa Azul, se transporta inmediatamente al universo de Frida y dentro de él no sólo se encuentran algunas de sus más famosas obras como Viva la Vida y Frida y su cesárea, sino que también hay diarios, vestidos, espejos y hasta su cama.
La Celestina es el lugar para arrejuntarse con los amados, ya sea con amigos o con parejas. La onda coyoacanense hace que en este recinto los hechizos de la noche caigan sobre los comensales para avivar la diversión y atizar los romances al mejor estilo bohemio y casual. Su interior es como el de una tradicional cava española, con bancos, barras y pisos de madera oscura.
También te puede gustar
También te puede gustar
Discover Time Out original video
Publicidad