Este parque se encuentra en el Centro de Guadalajara. El predio era la huerta del antiguo Convento del Carmen, que pertenecía a la orden de las carmelitas, pero el encargado de terreno, Fray Manuel de San Juan Crisóstomo Nájera, lo donó en 1845 para que se convirtiera en penitenciaría.
Para 1935, con la ampliación de la avenida Juárez, la cárcel es destruida y el espacio fue destinado para ser una área verde. Así fue como nació el Parque Revolución, el cual fue diseñado y construido por el famoso arquitecto tapatío Luis Barragán.
También conocido como Parque Rojo, debido al color del piso y sus bancas, está dividido en dos partes por la avenida Juárez. La parte poniente posee varias bancas con techo, que se prestan para jugar ajedrez, hacer un picnic o para sentarse a leer. Además cuenta con amplias áreas verdes, juegos para niños como columpios, resbaladillas y balancines. Sobresalen las fuentes y las dos grandes esculturas en honor a Venustiano Carranza y Francisco I. Madero.
Esta área es muy concurrida ya que debajo de él se encuentra la estación del tren ligero Juárez, que funciona como punto de reunión o para comprar un pirulí y ver la vida urbana pasar.