El sur de la Ciudad de México resulta ser algo caótico y alejado de la oferta cultural del centro, pero vale la pena adentrarse por estos terrenos y seguir la ruta de Periférico hacia la carretera Picacho-Ajusco, porque encontrarás uno de los bosques más majestuosos que alberga esta gran urbe.
El Parque Nacional Cumbres del Ajusto es una zona ecológica y forestal, famosa por sus 3.930 metros de altura. Sus terrenos se pintan de blanco cuando cae la temporada invernal, convirtiéndose en un punto muy visitado por familias y grupos de amigos.
El bosque resguarda zonas boscosas compuestas por pinos y encinos. Estos paisajes naturales cuentan con fauna como ardillas, halcones, pájaros carpinteros, ciervos, codornices y roedores.
Si practicas deporte, aquí puedes realizar actividades como montañismo, ciclismo, prácticas de excursión, caminatas. De igual manera, este parque no te decepcionará con su gran oferta de antojitos mexicanos.
Si visitas el Ajusco, tienes que saborear las quesadillas de maíz hechas a mano, los tacos de cecina, la sopa de médula, la barbacoa y los refrescos preparados, (se sirven en jarritos de barro acompañados por sal, limón y chile en el borde) ideales para matar la cruda y la desvelada. Aunque también puedes llevar tus propios alimentos y cocinarlos, ya que cuentan con una área con fogones, baños, juegos infantiles, vigilancia y estacionamiento. Todos estos espacios se alquilan a precios accesibles.
Puedes divertirte en las cuatrimotos, jugar gotcha, montar a caballo y hasta acampar en el albergue alpino, el cual cuenta con cabañas con cocina integral, chimenea, regadera, baños y servicio telefónico para cualquier emergencia.
El Ajusco es un sitio para disfrutarlo en familia, con amigos y hasta para preparar una velada romántica dentro de las cabañas. Te recomendamos visitarlo los fines de semana y días de asueto.