Al llegar al Parque Ecoturístico Corral de Piedra, en Amanalco de Becerra, Estado de México, notas que es de esas escapadas de la CDMX que no sabías que necesitabas. No hay señal de ninguna compañía telefónica y mucho menos WiFi, pero a cambio se te ofrece una vista de ensueño: un lago recreativo con lanchitas dispuestas para ti, cabañas con bastante separación entre sí, pequeñas montañas repletas de vegetación y de fondo la cúspide del Nevado de Toluca.
Ubicado a 2,780 metros sobre el nivel del mar, el Parque Ecoturístico Corral de Piedra te espera con bosques de pino, oyamel y encino, y claro, y un clima perfecto para los amantes del frío y la naturaleza. Este espacio suele ser centro de descanso para quienes caminan hacia el Nevado de Toluca o de regreso, pero aquí también puedes practicar pesca, hiking, ciclismo, remo o simplemente aventarte un partido de tochito con tus amigos o familia —tienen área de juegos para niños.
Lo mejor de todo es que puedes pasar la noche aquí; ya sea en sus áreas de camping —hay zona de baños con regaderas y agua caliente— o en sus cabañas. No esperes el confort total en éstas, pero sí tienen todo lo necesario para tu estancia: camas cómodas y limpias, chimenea y cobijas calientitas —en mi caso no necesité nada extra, pero si eres en extremo friolento, lleva una más.
Acerca de los precios, el área de camping está en $100 por noche por persona y el pago se hace en efectivo en el parque, Mientras que las cabañas van de los $600 (para dos personas) a los $4,000 (para 18); también hay opción para cinco personas ($1,200) y seis ($1,500). En el caso de las cabañas debes reservar con 50% del costo y pagar el resto en efectivo durante tu estancia.
Como el Parque Ecoturístico Corral de Piedra es manejado por los ejidatarios de Amanalco, quienes apuestan por un turismo sostenible, la calefacción y la luz dentro de las cabañas es meramente solar. El agua sale lo suficientemente caliente.
Foto: Anaid Ramírez
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Debes considerar que para llegar necesitas algo de paciencia y, de preferencia, hacerlo en automóvil particular. Si bien no necesitas más de tres horas para arribar a tu destino, los últimos 30 minutos son puro camino de terracería; así que también te recomendamos emprender camino por la mañana. Esto, por supuesto, tiene su recompensa, pues nada se compara con las vistas llenas de neblina y la comida deliciosa que te esperan.
Puedes llevar tus propias provisiones. Pero si surge la necesidad de algo extra, dentro del parque encuentras una tiendita con lo básico —shampoo, servilletas, galletas, botanas y agua, por ejemplo—. Y si más bien no quieres preparar alimentos, también cuentan con un restaurante; todo cálido y con pocas opciones de alimentos, pero todos riquísimos —como sus truchas— y con tortillas hechas a mano y al momento. Sazón casero con ingredientes locales a un precio justo: desayuno $85, comida $130 y cena $80.
No está demás recordarte seguir las indicaciones para tener una sana convivencia y mantener protegido el parque, mismo que colinda con el santuario de Piedra Herrada —área de hibernación de la mariposa monarca— y se encuentra cerca de la Unidad de Manejo de la Vida Silvestre de venado cola blanca.
Dato extra: para la época de San Valentín suelen tener paquetes especiales para parejas, con hospedaje, cena y desayunos románticos incluidos.
Mete a tu maleta libros, cámara y todas las ganas para tener un fin de semana totalmente inmersivo en la naturaleza.