Ambivalente es la mejor palabra para entender al Parque Cuitláhuac. Por un lado es uno de los parques mejor estructurados y consistentes de todo el oriente de la CDMX, por otro lado pareciera que las autoridades no quieren que lo visites. Pero eso sí, sus virtudes terminan superando a sus defectos. Déjanos contarte de todas esas cosas que nos dejó pensando el Parque Cuitláhuac.
Todo en este lugar se siente más o menos nuevo, a pesar de que tiene más de año y medio de abierto. Las veredas, árboles y pastos están cuidados, y la pista para motocicletas (Kartódromo Internacional de la CDMX) es un punto de reunión para muchos aficionados de las carreras. Aunque aún con esto, el Cuitláhuac no es realmente escandaloso. Por su lugar ubicado en las alturas, alcanzas a ver la alcaldía y la ciudad. Un gran espacio para disfrutar de los vientos arrebolados.
Cuenta con un espacio especialmente dedicado a los perros, para que jueguen y conozcan a otros perros, así como con pistas para skate muy bien adaptadas y cuidadas. Las flores adornan las pequeñas “montañas”. También tienen granjas y hasta alberca, que abren los fines de semana. Y no queremos dejar de mencionar el temazcal, en el que ofrecen talleres sobre sus efectos en el cuerpo, y hasta un pequeño vivero.
Si quieres pasar un rato con tus peques, es una gran opción, pues los juegos son grandes y vistosos. Además de que muchos de ellos cuentan con pisos de arena, para mayor seguridad de los más pequeños, aunque eso involucre algo más de suciedad en sus zapatos y playeras.
Y así como sus juegos reflejan lo joven del parque, también sus árboles. Se nota que la mayoría fueron recientemente plantados, y que planean tener sombra en un futuro con ellos. Pero mientras, se vuelve agotador caminar en verano o primavera sin sombras que te cubran.
Pero de lo que más padece este parque al oriente de la ciudad, es de la terrible falta de entradas. Tiene una sola opción para ingresar al parque de 145 hectáreas (en comparación a los 50 del parque bicentenario, o los 10 del Parque La Mexicana), y es por Avenida Generado Estrada. Y no es por falta de infraestructura, el parque Cuitláhuac tiene al menos 5 entradas en total, pero cuatro no están en operación. Si llegas por Eje 6 tendrás que caminar 17 minutos y pasar por 3 entradas cerradas, y si llegas por Av. Guelatao el tiempo aumenta hasta 25 minutos. Pareciera que a quienes operan solo les interesa que los habitantes de la Unidad Vicente Guerrero los visiten, y los demás habitantes de la colonia o alcaldía lleven siempre carro.
En general el parque es una verdadera opción de recreación sana y en cierto contacto con la naturaleza, y al oriente de la CDMX que es donde a veces más falta hace. Date una vuelta un fin de semana, o si vives cerca, aprovecha para correr o andar en bici.