El aborto está rodeado de mitos y creencias que poco tienen que ver con la realidad y que pueden confundirte antes de tomar una decisión sobre tu cuerpo. Aquí los más comunes:
Mito: El aborto aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama
Ni el aborto inducido ni el espontáneo están asociados con un aumento en el riesgo de cáncer de mama. Como sabemos, hay distintos factores que aumentan la posibilidad de que una mujer desarrolle este tipo de cáncer: inicio temprano de la menstruación, menopausia tardía, historial familiar, etc. De acuerdo con estudios del Comité sobre la Práctica Ginecológica, del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), el aborto no es uno de ellos.
Mito: El aborto reduce la fertilidad de las mujeres
La práctica del aborto realizada tanto de forma quirúrgica como con medicamentos, no tiene ningún impacto sobre la fertilidad futura, asegura el Doctor Alfonso G. Carrera, Director médico de Marie Stopes México. De hecho, una mujer puede volver a embarazarse a las tres semanas si no usa métodos anticonceptivos
Mito: El aborto causa depresión
No hay evidencia científica que muestre vínculo alguno entre tener un aborto y experimentar problemas de salud mental. El aborto en condiciones legales y seguras no está relacionado con el desarrollo de trastornos mentales o síntomas depresivos.
Foto: Istockphoto.
Mito: El embrión sufre durante el aborto
El embrión no puede sentir dolor por lo menos hasta la semana 24 de gestación, ya que hasta entonces las conexiones nerviosas de la corteza cerebral, el área que procesa la respuesta al dolor en el cerebro, no están formadas. “Antes de la semana 24 no existen conexiones del tálamo (parte central del cerebro) con la corteza cerebral”, comenta el doctor Alfonso G. Carrera.
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