Al asomarte a la esquina de Orizaba con Coahuila, un local salta a la vista por los dos helados que sobresalen de su fachada rosada. En letras grandes anuncian tu llegada al paraíso de los toppings: la heladería Sweet Monster.
La temática rosa se mantiene presente en el interior con un letrero neón que describe el sentimiento de la mayoría de los clientes: ice cream makes me happy (el helado me hace feliz). ¿Y cómo puede hacernos triplemente feliz un helado? Al menos a mi, con toppings ilimitados.
Una barra con delicias me abrió el apetito: toppings de cereal y chispas de colores, hasta galletas sabor churro, compota de manzana-canela, una mezcla de mazapán, cacahuate y palanqueta, sumándole las salsas de caramelo, chocolate, chamoy y cajeta quemada.
Si la variedad te es abrumadora, como en mi caso, acude a la heladera Ariana Victorica, quien creó tres mezclas especiales de Sweet Monster para no romperse la cabeza. Elegí la especialidad de la casa, el munchies: galletas saladas, papas crujientes, pretzels y lunetas; para fanáticos del choque de lo dulce con salado. Agregué palomitas cubiertas de caramelo para rematar con este dúo, sintiéndose agradable al paladar gracias a los tonos salados con la cremosidad del helado.
En cuanto a sabores de helado, está el de vainilla hecho con leche orgánica traída de un rancho de Coahuila, es cremoso y recibe bien a todos los toppings. Si buscas sabores tropicales, tienen los de fruta de temporada. Todas las galletas se hornean en casa, ¡hasta las que son para perros! Sweet Monster hace que el cielo sea el límite, así que aviéntate con las combinaciones que dictaminen tu goloso instinto.