El patrimonio cultural de Ciudad Universitaria no sólo sirve para pasear perros los domingos o poner ofrendas en Día de Muertos. La explanada central es, de hecho, más comúnmente usada como una extensión del Estadio Olímpico Universitario, pero con divisiones amateur.
El espacio es amplio y puedes jugar sin el temor a que te atropelle un auto. También está la ventaja del tiempo: está abierto las 24 horas, todos los días. Además, ¿no es inspirador jugar entre obras monumentales de Diego Rivera, Juan O’Gorman y David Alfaro Siqueiros?
Lo malo es la superficie, que está muy lejos de ser el césped de Wimbledon. De pronto hay hoyos ocultos en el pasto que te pueden causar un esguince de tobillo si no te cuidas.